Cometieron dos errores

Frente al Burgos, se volvió a los usos y costumbres de este juego centenario. Se buscó la estabilidad y se marcaron los territorios para que cada futbolista sepa en todo momento dónde debe situarse y cómo debe actuar en función del contexto. Una aspiración que se consiguió por momentos, y por momentos también volvieron las dudas a balón parado que, aunque no se produjeran en serie, como antaño, sí lo hicieron en fases inoportunas impidiendo una victoria que realmente se acarició.

Pero falta mucho aún para alcanzar todo lo que demanda una categoría tan física, intensa y concentrada colectivamente como es esta Liga Hypermotion. En Burgos debutó Brau como titular cumpliendo. Defendió bien, aun falto de adaptación a la categoría, sacó los fuera de banda hacia adelante –acción novedosa– y centró convenientemente.

Lo de la portería es otro cantar. Si en fútbol los porteros tuviesen que pasar el filtro de la estatura, como en el extinto servicio militar, los tres granadinistas lo superarían con poco margen. Un déficit que requiere un sobreesfuerzo en las jugadas a balón parado, que tanto perjudican.

El sábado se visita el estadio del Mirandés. Allí espera Raúl Fernández, que en el Granada fue relegado al ostracismo por un problema interno con el anterior técnico de porteros. Una decisión, la de no renovarlo tras la salida de Batalla, que puede proyectar una sombra demasiado alargada a lo largo de toda la temporada.

En el famoso western protagonizado por Clint Eastwood se cometieron dos errores. Bastante pocos, visto lo visto.