Todo a la vez en todas partes

Una cualidad de Paco López desconocida por mí era la de su capacidad de sorprender más de lo aconsejable con sus alineaciones de inicio. El pasado domingo volvió a hacerlo con los dos mediocentros y los dos que los acompañaron en banda. Fue un remake del centro del campo con el que se inició el campeonato y que jamás consiguió hacerse con el control del juego.

De no mirar al banquillo, quedaría la duda de quién lo ocupaba la otra noche frente al equipo ponferradino. Una ilusión óptica como las que se generan en el cine, justo en la noche de los Óscars, donde se proyectan películas que reflejan la cruda realidad o dan rienda suelta a los sueños a veces irrealizables, a veces posibles, que parece vivir la afición.

Los jugadores del Granada son protagonistas principales en la película del ascenso. Igual que lo son los soldados alemanes en la película 'Sin novedad en el frente' que en mi opinión merecía más óscares de los recibidos. En el film dirigido por Edward Berger, un oficial alemán ordena a sus soldados realizar ataques sin prever las consecuencias negativas que pudieran tener tales misiones.

La ganadora del Óscar ha sido sin embargo otra película. Dicen algunos críticos cinematográficos –yo no la he visto– que inclasificable por su complejidad y rocambolesca evolución. Su título es 'Todo a la vez en todas partes'. Es lo que parece que pretenden hacer los jugadores granadinistas. Sobre todo, los que deben generar el fútbol adecuado y manejar los tiempos del partido.