La paradoja de Ochoa, Rui y Maximiano: goleados pero con grandes actuaciones

El Granada ha tenido porteros extranjeros como titulares en sus cuatro últimas temporadas en Primera división: la que supuso el descenso a Segunda y las tres más recientes, en el actual ciclo en la máxima categoría. El mexicano 'Memo' Ochoa fue el defensor del arco de los rojiblancos en aquella campaña tan aciaga en la que el equipo perdió la categoría. Dos portugueses, Rui Silva y Luís Maximiano, han sido los protagonistas en la nueva era. El actual cancerbero del Betis, en las anteriores a la actual, con Diego Martínez como entrenador. Su compatriota, en el actual ejercicio. Además de ser de fuera, con todos ellos se da una paradoja. A pesar de que han encajado muchos goles en sus cursos (Rui sobre todo en el segundo), han firmado grandes actuaciones, siempre bien considerados mientras vistieron esta camiseta.

Ochoa fue quien más sufrió. Encajó 82 dianas en la temporada 2016/17. El azteca, que sigue siendo internacional por México, llegó cedido por el Málaga en busca de continuidad, pero en el Granada lo que lamentó fue que le dejaran vendido en innumerables partidos. Cuando acabó el curso, dejó tierras costasoleñas para enrolarse en el Standard de Lieja. De allí, al América de su país, en el que sigue.

Rui encajó 42 goles en el curso de vuelta a Primera y 55 en la pasada, contando solo los de Liga. El desgaste de tantos partidos, alguna goleada escandalosa (la del Wanda) y la recta final del campeonato, en el que el Granada se dejó ir un poco, influyeron en el número desproporcionado. Los rojiblancos fueron los más goleados. A los 55 hay que sumar los ocho de Aarón y los dos del canterano Ángel en aquella cita con la Real Sociedad.

Maximiano lleva 40, a lo que se agregan los seis de Aarón en las tres primeras jornadas, pero nadie discute su enorme valía, siendo el rey de las paradas en la máxima categoría. Hay quien lo pone solo un peldaño por debajo del madridista Courtois en cuanto a rendimiento entre los porteros de Primera. Será en junio cuando toque hacer balance. Queda claro que, si no fuera por él, quizás el Granada no estaría fuera del descenso. Lo que no se sabe es cuánto durará en las filas rojiblancas.