Pedro Morilla regresa a Granada tras ser repatriado de Wuhan

Pedro Morilla regresa a Granada tras ser repatriado de la ciudad china de Wuhan, epicentro del coronavirus que ha llevado a la Organización Mundial de la Salud a declarar la alerta internacional. Después de pasar dos semanas aislado en el Hospital Militar Gómez Ulla de Madrid, junto al resto de españoles retornados, el que fuese entrenador del Granada, así como de su filial, vuelve con su familia, afincada aún en la ciudad de la Alhambra, aunque dispuesto a regresar al gigante asiático, tal y como indicó ayer en una rueda de prensa.

«Salimos de China siendo personas sanas», subrayó Morilla durante su comparecencia, para bromear más tarde con «el diploma» que les dieron a los españoles repatriados tras constatar que no fueron contagiados del coronavirus. «Nos podéis dar abrazos y besos sin ningún peligro», apostilló el director deportivo del Wuhan Shangwen, que insistió en que su mente, como la del resto de recluidos, «está puesta allí».

Morilla, que hizo las veces de portavoz del grupo retornado de China, agradeció «de por vida» el trato recibido por el citado hospital, así como la actuación del Gobierno de España, del consulado español en Pekín y del Ministerio de Sanidad. Ninguno de los repatriados presentó síntomas del coronavirus durante el periodo de reclusión, en el que hicieron «piña entre ellos», paseando con libertad por la planta en la que se encontraban.

«Nos hemos despedido de ellos abrazándoles y dándoles besos», añadió Pilar Cadenas, la supervisora de Enfermería del hospital, también presente en la rueda de prensa, junto a la jefa de Servicio de Medicina Preventiva del hospital, María Vicenta García, y el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias de Sanidad, Fernando Simón. Los tres pidieron que «nadie les dé de lado», en referencia a los españoles regresados, así como a los residentes chinos en España.