
El portero valiente que salía del área
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A nadie dejó indiferente 'el Bello Ñito', protagonista cada tarde de domingo en Los Cármenes, por jugar con los pies y asustar a los aficionados con su atrevimientoVíctor M. Romero
Sábado, 10 de abril 2021, 01:06
Hay porteros y porteros. Los noventa años de existencia del Granada dan para una larga lista de guardametas de todo tipo, buenos, regulares y mejores. ... La puerta rojiblanca casi siempre estuvo muy bien guardada, ahora lo está con el portugués Rui Silva. Sin embargo, los hay que dejaron huella entre los aficionados. Uno de ellos es Ñito que, a la edad de 81 años, nos dejó por desgracia, otra leyenda del famoso equipo de la década de los setenta del club granadino. El tinerfeño pertenece al grupo de metas que a nadie deja indiferente. Tenía la gran responsabilidad de responder al mismo nivel que sus predecesores. Entre todos ellos sobresalió la figura de Candi, el que luego fuera presidente de la entidad durante 15 años. Tampoco lo tuvo fácil Cándido Gómez Álvarez porque el de Porriño sabía que en la portería habían estado ya Floro, que dejó el hueco a otros ilustres como José Manuel González y Sierra. Era el de cancerbero un puesto muy cotizado, donde el húngaro Alberty protagonizó la historia más curiosa porque murió de forma extraña a los 30 años –está enterrado en el cementerio de San José– y siempre se le veía comiendo naranjas, en busca del zumo y la vitamina 'C'. Luego llegaron otros como el uruguayo Ladislao Mazurkiewicz o Puente.
Cuando Candi pasó a la presidencia tras doce temporadas bajo los palos buscó un tándem que sería famoso. Así llegó Ñito al Granada, que compartió la posición con otra leyenda: Izcoa. El perfil del tinerfeño respondía al del portero arriesgado, moderno, osado; el del vasco Izcoa, en cambio, al otro grupo de metas, al de los sobrios, estables, ponderados, como el propio Candi, Iríbar, Zubizarreta, Verdejo, Oblak...
Ñito pertenece a las selectas alineaciones del Granada que en los setenta deslumbraron en el fútbol español, con dos sextos puestos en la liga, lo que en la actualidad hubiera dado la clasificación para la competición europea (la UEFA), como ha ocurrido con el actual conjunto que comanda Diego Martínez desde el banquillo, que accedió a la Europa League a través del séptimo lugar. En el once de aquella formación, Ñito alternaba con Izcoa, figuraban los defensas De la Cruz, Toni, Calera, Aguirre Suárez, Fernández o Falito, medios como Rafa Jaén, Santos, Luis Oruézabal y Montero Castillo, extremos como Vicente, Lorenzo, Dueñas y delanteros como Barrios, Porta, Chirri... Ñito fue de los porteros más carismáticos y populares de la época por su valentía, por aquellas locuras que practicaba cada tarde de domingo en Los Cármenes, salidas del área grande para avanzar con el balón o hasta regatear y alcanzar casi la mitad del campo... esas incursiones divertían muchísimo a los aficionados, aunque a otros seguidores les ponía el corazón en un puño por el peligro que entrañaban; en cualquier caso siempre eran comentadas, la referencia unánime al final del partido. Claro, a veces le salía bien y otras no. Si le quitaban el balón, se veía obligado a realizar faltas como sus defensas. Vio tarjetas por ello, no solo por pérdida de tiempo. Y expulsiones, como la de Barcelona contra el Espanyol.
Cipriano González Rivero, Ñito, se convirtió en uno de los mitos del granadinismo, al pertenecer a la plantilla de las temporadas 1966/67 y 1973/74. De hecho, fue uno de los héroes del ascenso a Primera de la 1967/68, que, como el protagonizado por los de Diego Martínez, se culminó en Mallorca. Militó ocho campañas –jugó en 7 y 181 partidos tras los 207 de Candi y 205 de Notario– en el Granada y se convirtió en símbolo. Una larga estancia, apenas superada por Candi yPepe Millán, que estuvieron durante doce en el club.
Ñito adquirió muy pronto aquel estilo peculiar y osado de los porteros llamados 'modernos'. Al principio no era habitual salir del área grande, los guardametas se limitaban a salidas por alto en el área pequeña. Lezema, el mítico portero del Athletic, puso de moda aquella práctica, que adquirió al militar en el fútbol inglés, de ahí que se extendiera por la liga española. Firmó por el equipo rojiblanco con 27 años y se marchó con 35 como un ídolo, viviendo los mejores años del que hasta hace poco era reconocido como el mejor Granada de la historia, el apodado 'matagigantes'.
A Ñito, de haber sido ciclista, lo hubiera apodado 'el Bello Ñito', como 'Il Bello Cipollini', de hecho eran conocidas sus aventuras con famosas cantantes y actrices de la época. Todo un conquistador el canario. A lo largo de su carrera también jugó en el Tenerife, Valencia, Linares y Murcia. Hizo esporádicas visitas a Granada para ver a sus amigos. Y paraba sin guantes. Un tipo duro.
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