El 'Presidente' Kenedy se presenta a las elecciones para ser el revulsivo nazarí

Desde joven, sin necesidad de dar mítines ni de enfrascarse en debates electorales, Kenedy ya contaba con el interés de todo un país. Para Brasil, aquel chico de 17 años que brillaba en Fluminense merecía cualquier voto, sobre todo, el de confianza. Tras dos temporadas prometedoras, el Chelsea lo reclutó, a falta de que el 'jefe' diera el 'okey'. José Mourinho lo dio en cuanto lo vio. Era un un fijo en las inferiores de la 'canarinha' y Stamford Bridge parecía un paso acorde a lo que aquel extremo guardaba en sus botas. Sin embargo, no terminó de cuajar. Tuvo oportunidades en su primera campaña como 'blue' (20 partidos en los que anotó dos goles), pero pecó de intermitencia. El Chelsea le buscó la primera de sus cinco cesiones. En el Watford apenas pudo jugar por una lesión de rodilla y volvió a Londres, donde no contaba para el técnico, ya no el luso sino Antonio Conte.

A finales de 2017 tocó fondo dentro de la plantilla del Chelsea. Una pretemporada con algún sobresalto extradeportivo anticipó una primera vuelta en la que sólo tuvo apariciones en Copa. El Newcastle lo arroparía en la segunda vuelta, de nuevo saliendo cedido, y Kenedy se reencontraría con su nivel. Lo mejor para los dos clubes y el propio futbolista era renovar el préstamo, por lo que entre 2018 y 2019 completó una de sus temporadas más regulares. Jugó 28 partidos a las órdenes de Rafa Benítez y llamó la atención del Getafe que, viendo que en Stamford Brigde no tenía sitio, consiguió su cesión.

Allí ha coincidido con Nyom, leyenda en activo para el granadinismo, y Jorge Molina. Uno seguro que le habló bien del club, mientras que con el otro lo experimentará. El 'Presidente' Kenedy disputó con la camiseta del Getafe 27 partidos, la mayoría saliendo desde el banquillo, aportando frescura y desborde en partidos trabados. Para el recuerdo queda el golazo que anotó al Ajax en Europa League. Ojalá Kenedy no sea, como se estila en política, una promesa vacía.