Primer entrenamiento de Pol Lozano con el Granada

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Rafael Lamelas José Ignacio Cejudo Fran Rodríguez

«Buenos días, granadinistas. Estoy muy contento de estar aquí y espero poder veros a todos pronto», expresó Pol Lozano a su llegada a la instalación de trabajo habitual del equipo en declaraciones a los medios sociales del club. En el entrenamiento participó con normalidad el primer fichaje invernal, Famara Diédhiou, y volvieron a ausentarse los lesionados Carlos Neva -con leves molestias musculares que no le impidieron aparecer luego en chándal para seguir el entrenamiento e incluso tocar y golpear balón- y Alberto Soro además de Rubén Rochina. Sí volvió a trabajar con el grupo el portero André Ferreira, que ultima su recuperación.

Ricard Sánchez abandonó la sesión antes de tiempo, aunque por mera precaución. El lateral derecho ya acabó muy cargado el partido del sábado contra el Andorra. Durante el entrenamiento, Paco López diseñó ejercicios de posesión de balón con implicación de los porteros con tres equipos, de los que uno iba rotando por fuera de la superficie con la limitación a un toque por jugador. Ahí se apreciaron la agilidad e inteligencia de Pol Lozano, que jugo casi siempre a dos toques.

Quien sigue su integración poco a poco es Famara Diédhiou, muy bromista junto a sus compañeros, con los que todavía se comunica en inglés. Aunque los ejercicios en dimensiores reducidas le cuestan más por su corpachón, suele sacar provecho de este para proteger el esférico, como le sufrió en una ocasión el propio Pol Lozano al salir prácicamente rebotado del impacto con él. El delantero senegalés mantuvo una charla con Paco López al acabar la sesión con Yann Bodiger como traductor del francés que habla como primer idioma.

Con el paso del entrenamiento, sin embargo, quien evidenció sufrir aún molestias fue Víctor Meseguer. El centrocampista se empleó a tope, con una acción al límite incluso de la que salió dañado Víctor Díaz con bromas entre ambos tras la disculpa del murciano y de algunos de sus compañeros por la reciente ubicación del capitán como mediocentro, pero poco a poco fue resintiéndose del tobillo izquierdo en el que sufrió un esguince de grado II por traumatismo en los primeros días del año que todavía no le han permitido jugar pese a que fue convocado contra el Andorra. Distintos miembros de la plantilla y del cuerpo técnico le transmitieron ánimo y calma.