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Álvaro Vadillo salta para celebrar el segundo gol del Granada frente al Barcelona. REUTERS
La primera gran noche en la élite

La primera gran noche en la élite

Recuerdo ·

La victoria frente al Barça en la jornada 5 prestigió a un Granada que acabó siendo el equipo revelación

Rafael Lamelas

GRANADA

Viernes, 8 de enero 2021, 00:26

Fue una victoria de prestigio. La primera gran noche en el regreso a la élite. El preámbulo de una temporada para enmarcar. El Barcelona visitó Los Cármenes en la jornada 5 de la campaña pasada e hincó la rodilla ante un conjunto recién ascendido, pero sólido y eficaz. El Granada llegaba a aquel encuentro tras dos victorias consecutivas en sendas salidas. Había ganado en Cornellá (Espanyol) y Vigo (Celta), pero doblegar a los azulgranas parecían palabras mayores. Un arranque impetuoso, lleno de ritmo, puso pronto en ventaja a los rojiblancos. Una tremenda contundencia a la que sucedió una resistencia cerril.

Una y otra vez, los catalanes se estrellaron contra la muralla defensiva, pues Rui Silva apenas tuvo trabajo. Messi, suplente, salió a agitar el árbol tras el descanso, pero tampoco pudo recoger nueces. Un penalti, con revisión del VAR, dio la oportunidad a Vadillo de sentenciar en la segunda parte. La frustración inflamó a los culés, pero ni con esas pudieron reventar el candado de los nazaríes.

18.880 aficionados, la mayoría devotos de los locales, aportaron un plus de energía a los suyos. Todo comenzó en un saque en largo de Rui Silva. Puertas acudió a la pelea aérea con Lenglet, que se quejó como si fuera falta, aunque nada se revisó después. Soldado pescó el balón y encaró a Junior Firpo. Le devolvió el esférico a Puertas, que avanzó por la banda como una locomotora. Centró y el envío rozó en Piqué, lo justo para coger trayectoria hacia la meta. Ter Stegen no pudo reaccionar, pero sí Azeez, que irrumpió para culminar con la cabeza. El nigeriano actuó ese día de mediapunta 'presionante', recién lesionado Fede Vico.

No era la única variante. Encontraba acomodo con el primer equipo Carlos Neva, que empezó su cursillo exprés de competitividad frente a Carles Pérez. Luego, con Messi también se sostuvo. Y es que en esa velada hasta los cambios salieron bien a Diego Martínez. Vadillo sirvió una falta al área y Arturo Vidal la interceptó con el brazo. Mateu Lahoz, en la sala VOR, llamó a Cuadra Fernández a la pantalla. Un 2-0 sobrio pero que, con la visión del tiempo, se confirmó que no fue sorpresivo, sino la antesala de una trayectoria magnífica.

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