Lo que le queda por hacer al Granada en la última semana de mercado

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José Ignacio Cejudo

Ni el fichaje de Rebbach primero ni el de Stoichkov después afectaron al fuerte interés rojiblanco por Arnaiz, delantero diestro de mucha movilidad y gol capaz de jugar tanto por banda como por dentro. Aun camino de los 30 años, e inmerso ya en sus seis últimos meses de contrato, Osasuna no desea desprenderse de él en principio aunque tampoco descarta una incorporación que habilite su salida. De hecho, y tras superar un proceso febril, el atacante se quedó sin jugar el pasado viernes en Las Palmas. La operación permanece pendiente de desbloquearse por tanto.

Más allá de Arnaiz, el Granada también valoraría reforzar la banda derecha del equipo como guinda del mercado si se produjera alguna salida más. Ya se descartó prácticamente a Nico Serrano, apalabrado con el Sporting aunque Ernesto Valverde continúa reacio a dejarle salir del Athletic y sigue dándole minutos. El relevo más natural a Giorgi Tsitaishvili ahora mismo en la plantilla no es otro que Pablo Sáenz, que apunta a marcharse al Albacete tal y como deseaba tras anticipar su propia marcha en redes sociales aunque al club no le urgiera encontrarle acomodo porque ni libera demasiada masa salarial ni sobra en los planes de Fran Escribá.

Es posible que otro extremo del Granada salga en esta última semana de mercado de invierno. Kamil Józwiak cuenta con varios pretendientes y termina contrato a final de temporada, aunque también él cuenta en principio para Escribá. En esa misma situación se encuentra Ignasi Miquel, que no juega desde noviembre y recibió interés del Burgos en Segunda, pero prefiere agotar su vínculo con el club.