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Rafael Lamelas
GRANADA
Sábado, 14 de mayo 2022, 21:25
Antonio Cordón echa de menos Pinos Genil, donde conserva una casa y en la que le gusta aislarse del mundanal ruido. Ya iba por allí ... antes de ligarse a un Granada en el que contribuyó a poner las bases de los que vino después. Desea la permanencia rojiblanca, pero su actual club, el Betis, no dará facilidades.
–Entiendo que quiera que gane 'su' Betis, pero también que el Granada se acabe salvando.
–Algunos me han llamado desde Pinos Genil (bromea), pero son cosas distintas. Al Granada lo tengo en el corazón. Cuando jugamos, me gusta reencontrarme con los amigos que dejé allí... Claro que quiero que el Granada se salve y que el club siga creciendo, con una buena estructura, con esa ciudad preciosa. Se merece seguir en Primera, pero indudablemente el Betis irá a ganar aunque me caiga bien el Granada. Ya sabemos cómo es el fútbol.
–¿Qué le ha aportado al Betis?
–Hemos tenido una progresión importante. El club ha crecido, sobre todo en mentalidad. Pienso que el trabajo es bueno. Hemos despertado a ese gigante al que me referí cuando llegué. Se ha consolidado un proyecto difícil porque es un equipo con gran necesidad de logros. Los hemos obtenido poco a poco. Tenemos un cuerpo técnico y un grupo de jugadores magníficos. Se nota el gran ambiente.
–Villarreal, Mónaco, Granada, Betis... ¿Cómo se logra tanto éxito?
–Al final, con cordura y sensatez. La estabilidad te la dan los años, trabajar mucho y de forma coherente, sobre todo la faceta personal en los distintos estamentos. A veces vamos con la velocidad de crucero y no nos damos cuenta de que hay cosas que analizar y que obviamos, que son las que te dan esa implicación del personal. Hay que generar un clima favorable. Mantener el equilibrio emocional en las victorias y en las derrotas. Labor de recursos humanos.
–¿Siente al EuroGranada como otro 'hijo' suyo aunque se fuera?
–Fue un tiempo bonito, con metas impresionantes y gente implicada. Para Hope, el Granada era el principal equipo y en la ciudad era donde pasaba la mayor parte de mi tiempo. Siento muy dentro el ascenso, compartido con dirigentes, futbolistas, afición y prensa. El recuerdo es grato y me alegra lo que pasó después.
–¿Le ha sorprendido el bajón del equipo, tras los cambios?
–La Primera división es muy difícil. Hay que ver el final. Tiene pinta de que el Granada se va a salvar. No es fácil mantenerse en una línea ascendente. Hubo logros complicados de repetir. El hecho de continuar en la máxima categoría ya es una meta en sí mismo. Claro que gusta no pasar apuros, pero hay mucha competencia. No me sorprende lo ocurrido. Tuvo un buen momento, luego pasó una fase más convulsa y ahora está dando un arreón que le dará para estar en Primera.
–Usted que sí estuvo en China. ¿Llegó a conocer a Rentao Yi, el actual dirigente?
–No lo conocí. Mi relación siempre fue con John (Jiang). Había alguna persona más, pero me centré en lo mío. Me marcaron un objetivo y no mantuve mucho contacto más con esa parte directiva.
–¿Qué le parece Karanka?
–Todo el mundo influye en una trayectoria, en lo bueno y en lo malo. Los logros llegan por el trabajo de todos, incluidos los anteriores entrenadores. Había una base y un trabajo seguro. Ahora Karanka está exprimiendo al equipo al máximo. Ha entrado con buen pie y los resultados son magníficos.
–En el Betis siempre pidió paciencia, como en Granada.
–Es importante esto y rodearse de las personas adecuadas. Esta elección es fundamental. En fútbol hay mucha exigencia, cuesta ser paciente, pero es real que hay que crear una base que tiene que soportar altibajos, pero tanto en lo positivo como en lo negativo. Tratar las cosas con frialdad, en busca de la excelencia.
–¿El acierto clave fue contratar a Diego Martínez?
–Fue una de las piezas importantes. Venía de una etapa en Osasuna en la que no logró el ascenso, pero se estimó que era el entrenador ideal. Fue una de esas personas, al igual que Antonio Fernández (Monterrubio), Fran (Sánchez) o Manolo Salvador en su momento. Cada uno tuvo su influencia.
–¿Sabe qué hará Diego?
–Hablo asiduamente con él. Coincidimos porque está haciendo el curso de director deportivo. Se forma en todo y al final nos va a quitar el puesto (ríe). Ha tenido un año bueno en lo personal, centrado en formarse más. Por su currículo, es apetecible para muchos clubes. Algo encontrará, pero no daré ninguna pista.
–¿Conoce a Pep Boada?
–Sí, porque en fútbol nos conocemos todos, pero no hemos tenido tanto trato. Esta labor es complicada. Al final se trata de conseguir el objetivo. Que el club y la afición estén contentos con su equipo. Me consta que es una buena persona y buen profesional, tanto él como quienes le acompañan, pero luego influyen otros factores.
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