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Joaquín Marín 'Quini' lleva seis temporadas de arraigo en Granada. Su voz traslada experiencia y ahora le toca afrontar la titularidad por la lesión de Ricard Sánchez. Empezó en La Romareda.
–¿Qué le pasó al Granada allí?
–No terminaron de salir las cosas ... como habíamos trabajado. En la primera parte tuvimos más el control del balón, pero quizás porque el plan de ellos era dejarnos jugar. Hasta tres cuartos logramos dar continuidad, pero no tuvimos la profundidad necesaria. Tuvimos algunas ocasiones, pero no claras. El gol fue mérito de ellos. Con el paso de las semanas vemos que a todo el mundo le cuesta más ganar, sobre todo a los que estamos arriba. Nos enfrentamos a equipos necesitados. El resto de resultados acompañaron, así que no nos queda otra que mejorar este sábado.
–Resultó llamativo después del 'aviso' que les dio el Sporting...
–Son circunstancias diferentes, pero propias del final de la competición. Hace unas semanas, en nuestra racha positiva, ganábamos y la mayoría de los demás de arriba también, no avanzábamos en la clasificación. Ahora es diferente. Lo queramos o no, los nervios y la ansiedad juegan malas pasadas. Todo cuesta más. No es una situación de jugar fuera o en casa, porque con el Oviedo tampoco estuvimos bien y ganamos. Veníamos de Albacete, de haber hecho uno de los mejores partidos de la temporada en un campo complicado. Hay buenos equipos, que tienen sus opciones en disputa. La categoría no es sencilla. Teníamos la ilusión de ganar en estas dos salidas y dar un paso hacia el objetivo, pero no pudo ser. En Gijón empezamos mal, pero no nos crearon peligro. El gol fue a balón parado, algo que habíamos hablado. Luego cambiamos el chip y fue raro no lograr al menos el empate. En Zaragoza tuve mi tiro al larguero. El partido se habría abierto.
–Se hizo rápido con la posición.
–Me encontré bien. Se nota la inactividad. Tuve una lesión en la rodilla en la primera vuelta que se alargó más de lo que esperaba. Entré de manera intermitente. Disputé tres partidos tras la primera lesión de Ricard, y con el Málaga caí yo. Estuve un mes sin competir y luego varias convocatorias sin actuar. Noté parar y en Zaragoza hizo mucho calor, pero personalmente me vi razonablemente bien, aunque tengo margen de mejora en lo físico.
–Recuerdo cómo el año del ascenso le tocó jugar cuando se lesionó Álex Martínez. Ahora enfoca un calendario peliagudo.
–La experiencia te da para ponerte al servicio del equipo te toque cuando te toque, estar preparado. Trabajar en el día a día al máximo. Viene una parte crucial sin Ricard, soy el lateral disponible y quiero aportar.
–Usted es uno de los supervivientes de la anterior etapa en Segunda. ¿Está encima de ellos para ayudarles si se agobian?
–Les tratamos de dar tranquilidad. Parece que, tras dos derrotas, desde fuera se puede ver todo gris, pero hay que poner todo en perspectiva. Hace trece partidos perdimos en el campo delLevante y parecía que se disputaríamos ni el 'play off'. Somos los mismos que revertimos esa situación y estamos a cuatro puntos del primero y a uno del segundo, al que recibimos esta semana. Dependemos de nosotros mismos y las dudas las tienen todos los equipos. A la vista está que cada vez cuesta más ganar. Hay que tener tranquilidad y seguir nuestra línea. Somos un buen equipo y hay que confiar en los compañeros.
–Con el Oviedo, en el minuto 81, Puertas miró a la grada, levantó los brazos y la afición apretó. ¿Se percibe esa conexión con Los Cármenes?
–Nosotros también tenemos que jugar con esa baza, con que nos quedan siete partidos y cuatro son en nuestro estadio. Tiene que ser una caldera, como está siendo desde las primeras jornadas. Veníamos del descenso y pensaba en la desilusión de la afición, pero es lo contrario; nos apoyan desde el minuto uno. Ha habido llenos consecutivos y la gente está volcada. Los necesitamos. Aparte de la ilusión por el objetivo, es estar a la altura de esta gente.
–Me da la sensación, desde fuera, que hay compañeros suyos que no toleran tan bien la presión.
–El margen de error es pequeño y entra el nerviosismo, es lógico. Esto resta y por eso los que llevamos más tiempo, que hemos pasado por situaciones similares, tenemos que intentar calmarlos. Desde la tranquilidad sale todo mejor.
–El 'mal del altura' afecta a otros equipos de arriba.
–Así es. La teoría es que estos tienen que ganar a los de abajo pero no se da y se ve todo fatal. Para lo bueno y lo malo, hay que pasar página rápido para que no afecte. Si no fue en Zaragoza, será el sábado, y así hasta el final.
–Parece que han perdido pegada en estas semanas. Weissman y Diédhiou no están cuajando de momento.
–En Zaragoza nos faltó esa contundencia y es verdad que Shon (Weissman), que es el que más juega de los dos, necesita más balones en el área. Si no generamos, pasa más desapercibido. Sin embargo, en el anterior sí hubo ocasiones, pero no entraron. Nos caracterizamos por ser eficaces en esta temporada. En lo que queda, es la faceta más importante.
–¿Que nos puede decir de Puertas, con el que le une una gran amistad? Entre unas cosas y otras, no ha alcanzado su nivel.
–Lo veo muy bien en el día a día, el Puertas que conocemos, sabiendo lo que nos puede dar. Pasó una racha mala con lo de la costilla, una zona dolorosa que le limitaba. En estas semanas se ha enchufado, está con ganas de ser importante. La lástima es que antes del último viaje se pusiera malo, pero lo veo ya a tope, con ganas de reivindicarse. Sabe lo importante que es para el Granada y tiene la espinita clavada, sobre todo en cuanto a goles.
–Ustedes son gente ya identificada con la ciudad, como sucede con Víctor Díaz o también con Germán y Montoro.
–Vamos a terminar todos aquí a este paso. Varios compramos casas en el mismo sitio y somos vecinos. Estamos cómodos. Haces relaciones, los niños en el colegio... La ciudad es espectacular.
–Pero es de los pocos que no tiene renovación por partidos. ¿Le preocupa su futuro?
–Estoy tranquilo. Tengo que tener el foco en estos siete partidos. Cualquier distracción no ayuda. A mí me encantaría seguir porque son muchas vivencias. Lo que tenga que pasar, pasará.
–¿Qué hay que hacer para ganarle a Las Palmas?
–Ser contundentes. Que no haya dudas desde primera hora, que hayamos dejado atrás estos dos últimos partidos. Y seguir en la línea que hemos mostrado en casa. No hemos sufrido ninguna derrota. Hay que salir enchufados y conectados con el público. Mostrar la fortaleza defensiva de otros encuentros, como muchas porterías a cero. Crecer sobre ello porque, con lo que tenemos arriba, si no encajamos llegará el triunfo seguro.
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