Matteo Tognozzi, director deportivo del club rojiblanco. Pepe Marín
Opinión Granada CF

Una apuesta personal con pros y contras

La plazoleta ·

A un director deportivo es difícil evaluarlo por un mercado invernal, pero el veraniego sí da precisión

Rafael Lamelas

Granada

Jueves, 5 de septiembre 2024, 00:07

Por primera vez desde que Antonio Cordón y Fran Sánchez consensuaron el fichaje de Diego Martínez tras el rechazo de Francisco (algo que a veces se olvida), el Granada arranca con un entrenador, Guille Abascal, que es la apuesta personal del director deportivo. Esto tiene ... pros y contras.

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En su día, a Robert Moreno se lo encontró Pep Boada ya designado. Boada probó con subir del filial a Rubén Torrecilla y luego apostó por Aitor Karanka. Este no logró el objetivo de la salvación, pero gustó tanto a la cúpula de mando que destituyó a su propio valedor, Boada, pero mantuvo al vasco, con lo que lo 'heredaron' en Segunda Alfredo García Amado y Nico Rodríguez. Estos cambiaron a los meses de timonel, aunque en la terna de elección dudaron con Pellegrino (y Mendilibar) hasta quedarse con Paco López. Tampoco se puede calificar la elección del valenciano como forzada. Con Paco hubo un celebrado ascenso, pero se topó con una planificación en la élite cuestionable. Nico fue destituido tras el mercado veraniego y llegó Tognozzi.

A un director deportivo es difícil evaluarlo por sus medidas en un mercado invernal con un equipo a la deriva, todas urgentes y condicionadas, que suelen derivar hacia fichajes exóticos. Cuando se planteó el cese de Paco López, no prevaleció la primera postura del nuevo ejecutivo, Gabriel Milito, sino Alexander Medina, alguien que ya había sido tanteado. Probablemente por los mismos, o el mismo, que recomendó a Tognozzi.

El italiano trabajó con el uruguayo mientras se abría la ventana de enero y trataba de revolucionar la plantilla al ritmo que permitía la maquinaria rojiblanca, que perdió a dos activos relevantes como Álvaro Carreras y Bryan Zaragoza, aunque lo de este último dejara un dinero que ha permitido que el Granada retenga ahora a ciertos jugadores.

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Medina no funcionó y trató de paliar el asunto Sandoval, opción evidente de Amado. Sandoval hizo lo que pudo hasta que le empezaron a fallar piezas relevantes y Tognozzi quedó bajo la encomienda de comandar el proyecto en Segunda.

En estas se encuentra el Granada. No hay duda de que el italiano cree en Abascal, pese al riesgo que suponía un mal comienzo, alguna gestión errática o que hubiera declaraciones altisonantes, en medio de los prejuicios por su inexperiencia en España. El éxito o el fracaso les liga aún más, aunque Tognozzi transmite seguridad en que hay un grupo apto para el objetivo y que el sevillano puede encabezarlo. La elección de Diego, con algún paralelismo con él y varias diferencias, también se puso en duda. A Abascal le toca convencer ya por el bien de todos porque, como dicen los Stark en Juego de Tronos, «se acerca el invierno», y en el Granada los cambios son bruscos cuando empieza a refrescar y las cosas pintan feas. Ganas le sobran; los resultados mandan.

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