Yang en el palco y una charla sin secretismo entre Aranguren y Salcedo

La mandataria no se encontró un ambiente tan crispado como en los últimos encuentros en Primera división, una sensación que se extendió en el arranque de esta temporada, sobre todo cuando no se había 'refundado' la grada de animación. No fue fácil para el director general, Alfredo García Amado, que logró ordenar la situación y apoyó la llegada de Fran Escribá. La afición ha reseteado ahora en pos del apoyo al equipo para buscar que se cumpla el gran objetivo de la temporada. El resto de asuntos han pasado a un segundo plano.

Tras la amplia victoria, el adjunto a la presidenta, Javier Aranguren, no tuvo reparos en verse en una zona interior del campo, en la que le pudieron ver bastantes testigos, con Ignacio Salcedo y su estrecho colaborador Pepe Pazo, sin secretismo. Siempre chocó que no se expusieran los contactos para la intentona de compra del club por parte del empresario granadino porque nunca fue una operación 'hostil', sino una acción basada en la búsqueda de soluciones a los problemas que cuelgan de la propiedad y sus lastres con Pozzo y LaLiga. En España se ven las cosas diferentes a China.

Lo único que se constata como novedad sobre el asunto desde el gigante asiático es que empieza a nacer la voluntad en el grupo Dangdai de solucionar los problemas, quizás ante el estrangulamiento económico al que se está viendo sometido en su propio país. Otra parte del conglomerado prefiere afrontar solo la deuda con el italiano, pero esto no es factible porque existe una 'entente' entre el antiguo propietario de los rojiblancos y el sindicato de clubes de fútbol profesionales en España para que cobren las dos partes.

Según el entorno de Pozzo, el punto de inflexión puede llegar en marzo, cuando las medidas provisionales aplicadas en la empresa intermedia en Luxemburgo entre el Granada y Dangdai se hagan definitivas y esto fuerce la venta o la subasta del bien esencial: el equipo. De momento, mera especulación.