El regreso a Los Cármenes de Dimitri Foulquier

Precisamente, el último encuentro que disputó el galo con la rojiblanca horizontal fue contra el conjunto che, que acabó con un empate a uno, en la temporada 2021-2022, la del anterior descenso. En la segunda vuelta, sí se cruzó con los nazaríes en Mestalla (3-1), pero esta será su primera visita al coliseo del Zaidín en el que disfrutó de dos etapas prolíficas. Una, en la etapa de Pina, como parte de los jugadores de la red controlada por Gino Pozzo. La otra, como refuerzo invernal en la máxima categoría del Granada de Diego Martínez. El club pagó la opción de compra fijada con el Watford por su pase para formar parte del conjunto que participó en la Europa League.

Foulquier se marchó después de aquel éxito. El Valencia, entrenado entonces por José Bordalás, que lo había tenido en el Getafe, se interesó por él se inició una negociación, cerrada en 2,6 millones de euros fijos por el traspaso, más 600.000 euros en variables. El Granada lo sustituyó con Santiago Arias, cedido por el Atlético de Madrid, pero el colombiano no recuperó su mejor nivel y quedó frenado por una lesión.

Foulquier ha tenido etapas con diferente participación en el Valencia. Ahora, tras alternar bastante con la suplencia, ha adquirido un puesto en la alineación de Rubén Baraja. A sus 30 años, el tiempo le ha hecho ganar poso defensivo. En su momento era uno de esos laterales largos, al que le venía bien actuar con tres centrales detrás. Bordalás le llegó a poner de extremo y con Diego Martínez ejerció con frecuencia de carrilero. En el ciclo con Pina, se turnaba en la diestra con Nyom y también se perfiló muchas veces desde la izquierda .

Siempre fue un jugador carismático, aunque generó división de opiniones entre la afición. Muchos valoraron su potencia en ataque, pero otro le recuerdan el fallo de detección que sufrió en aquella semifinal copera con el Athletic, cuando se le escapó Yuri Berchiche para marcar el tanto definitivo para la eliminación del Granada.