Samu, el joven goleador al que el Granada quiere atar en corto

Samu no quiere saber nada más allá de lo que ocurra en los campos de la Ciudad Deportiva, en los que entrena y compite bajo las directrices de Juan Antonio Milla, el técnico que ya supo sacar lo mejor de él en el Juvenil que alcanzó los cuartos de final de la Copa del Rey de División de Honor el ejercicio anterior –hizo 26 goles–. De orígenes muy humildes y recursos justos, el joven delantero rojiblanco nació en Melilla pero se crio en Sevilla, en el barrio de la Macarena, junto a su madre y su hermana, los dos pilares de su vida. Allí vivió hasta que en 2021, y tras haberse salido en el Nervión –filial oficioso del Sevilla, con el que probó como alevín–, firmó con el Granada su primer contrato profesional.

Ampliar

Desde entonces vive en una residencia de la capital que posee convenio con la entidad, como tantos otros jugadores de las categorías inferiores. Muy querido por sus compañeros en el vestuario, donde contribuye al buen ambiente con sus bailes y bromas, ha experimentado una notable mejoría técnica y táctica desde su llegada, cuando aún presentaba ciertos déficits. Progresó desde su predisposición al trabajo y, sobre todo, a escuchar a sus técnicos.

Con la cabeza bien amueblada, a Samu apenas le inquieta encontrar botas para el número 47 que calza. Los 193 centímetros que mide le llevaron el pasado verano a trabajar por su propio cuenta para mejorar su agilidad, algo que ya está sabiendo explotar. Máximo goleador del grupo IV al superar a Ale Llamas (El Ejido), que lleva diez tantos, y a Luis Alcalde (Antequera) y Luismi Gutiérrez (Vélez) con nueve; en el resto de grupos, solo Carlos Martín (Atlético B, 20 años) en el V y Carlos López (Zamora, 27 años) en el I le superan por un solo gol, aunque él, a diferencia de ellos, no suma ninguno de penalti. Ajeno aún a combinados nacionales, Samu se siente español pero estudiaría la llamada de Nigeria.