Sergio Ruiz recupera el timón de la medular

Como también ocurre con Lucas Boyé, Sergio Ruiz es uno de esos futbolistas promocionados a la condición de capitán del Granada el verano pasado junto a Carlos Neva en detrimento de otros con más antigüedad por su liderazgo. Tentado por Las Palmas para seguir en Primera división, el club no aceptó negociación alguna por su traspaso y se aferró a su cláusula de rescisión, de seis millones de euros en Segunda aun quedándose en la mitad con el descenso. Con contrato hasta 2026, parece uno de esos pilares sobre los que construir incluso para una nueva temporada en la categoría de plata al contar con unos emolumentos asumibles en ese caso.

Sergio Ruiz sí acudió al rescate en situaciones tan delicadas como la de la visita al Sporting en noviembre. Aquella noche, y solo dos semanas después de producirse un esguince del ligamento lateral interno de la rodilla derecha durante la derrota en Zaragoza que hizo temer incluso una lesión aún más grave, el cántabro jugó su mejor partido de la temporada aun con la articulación absolutamente vendada.

Con Hongla en Camerún, Tsitaishvili en Georgia, y Uzuni en Albania, Sergio Ruiz ejerció de pivote con Manu Trigueros y Reinier a los lados como volantes al encontrarse también lesionado Gonzalo Villar. El cántabro sostuvo a su equipo, con criterio para sacar el balón desde atrás, y lo guio hacia la victoria gracias al gol de Siren Diao sobre la bocina.

Aunque Fran Escribá considerase a Sergio Ruiz como al sustituto más natural de Hongla durante sus ausencias internacionales por su capacidad física, al cántabro le adornan seis asistencias que le convierten en el máximo referente del equipo en ese aspecto y adornan su proyección ofensiva más allá de sus virtudes sin balón.

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A Sergio Ruiz le tocará formar pareja contra el Oviedo con Gonzalo Villar previsiblemente. Una pareja que ya iniciara el año sin Hongla por sus problemas físicos, titulares por el empate sin goles con el Burgos en Los Cármenes y en la derrota en casa del Levante como los dos primeros partidos con Myrto Uzuni en plena rebeldía. Ahora esperan mejor suerte.