Souleymane Faye, cerca del Granada; Arnaiz, difícil pero no imposible

La operación más factible es la de Faye, internacional por Senegal de 21 años que milita en el filial verdiblanco. El interés por la cesión de este futbolista de banda derecha es alto. Lleva ocho goles y un par de asistencias en 19 partidos en el segundo equipo bético, que milita en 1ª RFEF. El Granada solo ha planteado el préstamo puro y duro, pero en Heliópolis quieren sacar algún tipo de contraprestación. Deportivamente, es un jugador de banda derecha, quizás la zona con menos competencia de la actual plantilla. Giorgi Tsitaishvili es el inquilino de ese costado. Pablo Sáenz ha sido una de sus alternativas, pero el riojano está pendiente de meros flecos para formalizar su cesión al Albacete. Otra solución en estos meses, Reinier Jesus, no cuenta al estar lesionado, baja al menos por un mes.

En cuanto a Arnaiz, su contexto es otro. También puede caer a la diestra, aunque habitualmente se le ha visto a pie cambiado o como mediapunta. De 29 años, acaba contrato en junio y gran parte de los conjuntos de la parte alta de Segunda división han preguntado por él. El Granada, según fuentes cercanas a Osasuna, es quien ha pujado con más fuerza, dispuesto a abonar una cantidad fija y variables, pero el conjunto navarro de momento se mantiene en sus trece de no abrirse a un traspaso salvo que llegue un fichaje a sus filas, algo que no está claro.

«Egoístamente, acabando su contrato en junio, con las ofertas de traspaso que él está teniendo de Segunda y del extranjero, nos vendría bien ese dinero. Pero nos tenemos que cubrir. José tiene esa capacidad, es muy específico y te puede echar una mano en cualquier momento. Kike Barja viene de lesión y no sabemos cómo va a estar. Todos los directores deportivos de los equipos que quieren subir a Segunda quieren pagar dinero por él. Algo le verán», explicó Braulio Vázquez, director deportivo de Osasuna, a los medios del club.

En el capítulo de salidas, aparte de la de Pablo Sáenz, sigue abierta la vía de que Ignasi Miquel se vaya al Burgos, que insiste en su fichaje. El catalán tendrá que valorarlo y además estudiar la fórmula de desvinculación del Granada. Lo normal es que busque una compensación para parte de su ficha pendiente.