Las llamadas gradas de animación que propiciaron los equipos de LaLiga, tanto en Primera como en Segunda división, hace ya casi una década, fueron un intento de la asociación de clubes profesionales de 'encauzar' a sus sectores más entusiastas, algunos de naturaleza ultra, dentro de ... cierto 'orden' en los estadios, con el objetivo de conservar su efecto dinamizador en lo ambiental sin los problemas que algunos de sus componentes acarreaban, desde incidentes fuera y dentro de los campos a cánticos insultantes que suponían sanciones del comité de Antiviolencia. En Granada, denominada Grada 1931, su evolución ha pasado por varias fases. No es la primera vez que desencuentros entre componentes de este sector y el club acarrean cambios profundos, pero nunca antes había ocurrido sin tener concretada la alternativa de manera clara, aunque sí la idea, como esbozó Alfredo García Amado, que no deja de ser la imperante hasta 2022, cuando llegó la actual dirección general y la abrió a un nuevo grupo por recomendación interna.
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Ángel Mengíbar
La Grada 1931 inicialmente aglutinó a la mayoría de colectivos que se ubicaban desperdigados tradicionalmente por el fondo sur hasta el 'reinicio' que se emprendió en el verano de 2018, cuando algunas agrupaciones salieron cuando se pusieron unos requisitos estrictos y el perfil de los miembros de la Grada 1931 varió para ser el de una mayoría estudiantil, muchos pertenecientes a una peña, La Horizontal.
Aquel giro supuso un bajonazo en cuanto a miembros, menos llena la grada por la criba, pero paso a paso recogió el testigo como motor de seguimiento entre la hinchada y, muy importante, no hubo incidencias en forma de sanciones al Granada por comportamiento del público. Curiosamente, coincidió con la mejor etapa deportiva de la entidad, el ascenso con Diego Martínez y la gran temporada que supuso jugar semifinales de Copa y la clasificación europea, si bien este último hito se consumó ya sin público por la pandemia.
La Grada 1931, al igual que el resto de seguidores, retornó en la temporada 21/22, al principio de manera parcial. Fue un curso muy irregular en lo deportivo, ya con otra dirección general en el club, que capitaneaba Patricia Rodríguez en sustitución de Antonio Fernández Monterrubio. El cabreo por la situación del equipo fue en aumento y los miembros de la grada de animación se sintieron 'olvidados' por los dirigentes, hasta un punto de quemazón que llevó a los representantes de La Horizontal a querer dar un paso al lado y dejar que fueran otros quienes asumieran la relación con la entidad.
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Así se llegó al verano de 2022, en la que hubo una revolución tras el descenso de categoría, llegando García Amado. La intención del asturiano se dirigió a levantar el ánimo entre el granadinismo y, al parecer, no dejar a nadie fuera. Hubo reuniones con varios aficionados que fueron los que terminaron creando los 'Curva Sur'. En aquel momento, todo era fluidez entre ellos y los nuevos mandos.
Llegó aquel incidente en una salida en Cartagena, una trifulca en la que se apuntó presuntamente a miembros de este colectivo. Hubo una medida tajante del Granada de sacarlos de la Grada 1931, pero aquel castigo se relajó y tanto en el tramo final de la estancia en Segunda como en el pasado ejercicio en Primera, la gran mayoría aparentemente recuperó su sitio. Nunca asumieron la 'disciplina' cromática: en vez del rojo, predominaba el negro en las camisetas.
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La ruptura comenzó a cocinarse al hilo de una temporada bochornosa, en la que el equipo no salió de los puestos de abajo y todo se unió a varias medidas que enervaron a los aficionados, como la aplicación de dos 'días del club' con los que no contaban cuando les dijeron que su abono como tal no experimentaría variación de precio en Primera. Fue, de alguna manera, una subida 'encubierta'.
La cosa no mejoró con el paso de los meses y el colectivo tuvo serios encontronazos con el área social del club, incluso con denuncias de por medio. En Los Cármenes, surgían los cánticos contra directiva y propiedad, que se extendían por todos los sectores.
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El clima se enturbió hasta el punto que la dirección del Granada ha decidido cortar por lo sano y 'reiniciar' esa grada, aparentemente con las pretensiones del pasado, de lo pasó en 2018. A poco más de un mes para el primer partido, de momento está todo muy verde, sin siquiera una ubicación como tal en el campo, al disponerse esa zona para otros aficionados. De momento, la solución es que los integrantes de la grada de animación se abonen de manera particular. Entonces no tendrán que plegarse al reglamento que firman y que muchos han incumplido.
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