Titánico trabajo para prolongar la sorpresa

1. Nadie puede evitar que el séptimo sueñe

Más de media temporada disputada y el Burgos ya no debe ser considerado sorpresa, sino un agitador y candidato con todas las letras. Los de Julián Calero llevan semanas prolongando un sobreesfuerzo y una regularidad que impide que se les siga tachando de sorpresa y se les empiece a tratar como lo que son. Un equipo de autor bien construido y que se ha ganado cada uno de los 45 puntos que le sitúan séptimo.

2. Un discurso pequeño para lograr cosas grandes

Julián Calero no se ha salido del tiesto y a su equipo, por ende, no le ha entrado aún el vértigo de verse en la pelea por el ascenso y no por el descenso. El técnico sabe optimizar su plantilla. El número de efectivos en la zaga le permite jugar con un 5-4-1 o adelantar un central en su 4-4-2. El equipo sigue destacando por ser un conjunto rocoso, al que cuesta hacer un gol.

3. Dos descartes del Ibiza

Ha sido un invierno de poco ajuste. Con el equipo tan bien configurado, solo la salida de Saúl Berjón llevó a recoger a Sergio Castel, rebotado del Ibiza. Ya en los últimos días de enero llegó, también de Ibiza, el central Goldar, al que se le está dando protagonismo.

4. Caro, clave de la roca defensiva

Caro es uno de los puntos claves de este Burgos que encaja poco y que tiene en Matos y en Areso dos lanzas. Córdoba es fijo en la zaga con Goldar aportando mucho desde que llegó.

5. La experiencia de Bermejo y Atienza

Aunque caracterizado por su defensa, el Burgos tiene en la calidad de Atienza y Bermejo un motivo para soñar. Curro, Mumo y Gaspar Campos complementan bien el ataque.

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