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Que el Granada es un equipo versátil en cuanto a sistemas lo corroboró con su alineación. Fran Escribá apostó por el trivote sin Manu Trigueros, incluyendo a Sergio Ruiz, en labor de ancla, junto a Gonzalo Villar y Martin Hongla. Sacrificó también a Stoichkov, aunque tanto él como el centrocampista talaverano fueron sus primeros cambios y generaron la inercia de transformación del partido que se consumó con los dos goles.
Apeló el valenciano en la previa a la predisposición del conjunto. Lo cierto es que los rojiblancos fueron peores en el cómputo de ocasiones durante 70 minutos, pero al menos mantuvieron la compostura. Cuando llegó la ventaja en el marcador, tocó reclutar gente por detrás del balón para tener una defensa muy tupida.
De manera paulatina, incluyó a Ricard Sánchez como lateral izquierdo y luego retiró a un mediocentro, Hongla, también amonestado, para que Manu Lama se adosara a Rubio y Loïc en la zaga.
Borja Bastón volvió a tener minutos como relevo de Lucas Boyé. Se quedaron sin actuar tanto Rodelas como Józwiak. La puerta a cero prevaleció y la mala racha a domicilio se terminó al fin.
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