El último Granada-Celta fue un mal trago para Tony Adams

El Granada-Celta del próximo sábado no tendrá absolutamente nada que ver con el último enfrentamiento que vivieron estos dos equipos sobre el césped de Los Cármenes. Han pasado menos de tres años, pero el granadinismo vive un momento de ilusión y de unión con la plantilla y con el cuerpo técnico granadinista que es prácticamente lo opuesto a lo vivido en la noche del 16 de abril del 2017, una fecha de ingrato recuerdo para el técnico que se estrenaba como primer entrenador del conjunto rojiblanco: el inglés Tony Adams.

El exfutbolista del Arsenal había reemplazado en el cargo a Lucas Alcaraz a falta de siete jornadas para la conclusión del campeonato 2016/17 y en los días previos al encuentro ante el Celta había mandado un mensaje de optimismo a la afición que contrastó de manera grotesca con lo que su equipo expuso sobre el terreno de juego. Adams dijo en su presentación que llegaba a Granada para «patearle el culo» a sus futbolistas y que rindieran mejor de lo que lo estaban haciendo, además de estar dispuesto a «ganar los próximos siete partidos».

Desgraciadamente para el club acabó sucediendo lo contrario a lo que el inglés aspiraba. El Granada se arrastró ante el Celta y cayó derrotado de manera justa (0-3) con goles de los celestes Jozabed, Marcelo Díaz y Beauvue. El equipo de Adams perdió esos siete encuentros de Liga y descendió a Segunda, pero el inglés acertó al pronosticar en rueda de prensa que el futuro del Granada sería «brillante» pese al mal momento vivido.