Iñaki Williams agarra el escudo del Athletic en la celebración del gol que apeó al FC Barcelona del torneo del KO en el minuto 92. EP
Copa del Rey

El único 'Rey de Copas' vivo quiere navegar solo

Al Athletic esta fase de la competición del KO no le es extraña: ha ganado 23 finales y ha perdido 14, aunque la última gabarra zarpó en el año 1984

Sábado, 8 de febrero 2020, 01:58

Para los cuatro equipos que han llegado a las semifinales de la Copa del Rey se ha abierto una puerta única a la historia. Con los 'grandes' clubes de España viéndola desde casa, la oportunidad de la que gozan los semifinalistas es oro molido. Sin ... embargo, el Athletic es, en esta fase y visto el bombo, un león con piel de cordero. Los bilbaínos suman 37 finales de Copa del Rey, de las cuales han ganado 23 y han perdido 14. Para ellos no es extraño seguir vivos en esta fase de la competición y, mientras a los otros tres clubes se les aparece La Cartuja sevillana como un hito casi único, para el Athletic la Copa no es más que la presa perfecta cuando sólo él queda de la autoritaria manada.

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Si a los de San Mamés les hace especial ilusión conseguir el título, no es porque falten Copas en su vitrina, sino por volver a sacar una gabarra que zarpó por última vez en 1984. «Queremos que el abuelito dé un último paseo en su gabarra», comentaba Iñaki Williams sobre Aritz Aduriz, que anunció su retirada al principio de la temporada. Y es que sin Barça y Madrid, los ojos de la historia están en los vascos rojiblancos, con permiso de una Real Sociedad revitalizada por un plantel de muchos quilates y pocos kilómetros en el fútbol por su juventud.

El Athletic, sin embargo, tras varios años de irregularidad, ha vuelto a encontrar una madurez que no se veía en San Mamés desde aquellas finales ante el Barça de Guardiola o el Atlético de Simeone en la Europa League con Bielsa al mando.

Ahora, con Garitano, la parroquia bilbaína ha recuperado un equipo fiero, que no se arruga ante nadie, letal en las transiciones, con talento y cemento en el medio y Unai Simón regando de sol la no tan alargada sombra de Kepa. En general, se trata de un bloque tan camaleónico como el del Granada, pero con más potencia gracias a la diferencia presupuestaria entre ambas escuadras.

Garitano ha mezclado la veteranía de jugadores como Yuri, Íñigo López, Beñat, Muniain o Raúl García con las últimas camadas de talentos. Los Sancet, Villalibre o el propio Williams, junto a dos centrales que lucen por una madurez impropia de su acta de nacimiento, Yeray y Núñez. En portería, aunque venía jugando la Copa Herrerín, su lesión empujó a la machada al joven Jokin y a la titularidad del muro liguero, Unai Simón, vital en la victoria de los leones ante el Granada o ante el Barça en Liga y Copa.

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Por delante, Garitano ha encontrado la solvencia en un 3-4-3 que alguna vez usa como alternativa durante el juego Diego Martínez. Los centrales son Yeray, Unai Núñez e Íñigo Martínez. Aseados en la salida de balón, fieras por alto, rápidos por abajo, duros en la pugna. Los acompañan dos puñales en las bandas: Yuri, que ya desangró al Granada en San Mamés, y Ander Capa.

En la medular manejan varias alternativas con Dani García como un fijo, Vesga como un gran complemento y el buen pie de Beñat desde el banco. Mikel San José ha perdido algo de protagonismo, pero sigue siendo un gran apagafuegos. Raúl García es ilocalizable en el GPS. No es enganche, ni extremo, ni punta. Tampoco interior, pero aparece siempre, molestando, dando aire a su equipo, ahogando al contrario. Muniain asiste y agita las zagas con Williams al acecho. Aduriz afila las zarpas observando un trono con forma de gabarra. La última travesía.

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