La venta del Granada se atranca pero no se descartan nuevos intentos

En estos momentos, los términos del acuerdo previo, que sí había validado la presidenta pero no los dirigentes en China, quedan en el aire, aunque Xiaohua Li se ha mostrado dispuesto a retomar contactos si se aclara su situación y, sobre todo, si recupera el control de la entidad. Esto último es lo que se ha negado siempre porque no depende de los interesados.

La semana ha sido intensa en cuanto a llamadas cruzadas tanto con el propio Li como con Lili Wang, miembro del consejo del Granada CF SAD y sobrino de Luming Ai, fundador y presidente del grupo Dangdai, matriz de DDMC. El asunto se ha enquistado en el mismo lugar que estaba, pero las conversaciones favorecen que pueda abrirse una nueva negociación. Aunque el preacuerdo parezca interesante a ojos de terceros porque solventa las deudas contraídas por la empresa china en España, con LaLiga y Pozzo, estos dirigentes siguen considerando que el pacto se tiene que hacer con ellos al mando, algo que, en el mejor de los pasos, puede llevar aún meses, con la amenaza de que haya medidas judiciales en ese plazo por la reclamación de Pozzo.

Salcedo y su equipo pretendían zanjar todo antes de que comenzara la Segunda división, pero no será viable. Una vez superado el ultimátum, se abre un periodo distinto en el que las cosas pueden ir a otro ritmo, con más discreción para evitar el ruido en torno a la parte deportiva que afecte al arranque liguero y al mercado de fichajes. La realidad es que el Granada arrancará el campeonato con los mismos ejecutivos y una propiedad que está 'fracturada' desde la salida de Li de su consejo y de Daxian, la primera sociedad que aparece por encima del club en el entramado chino. También, que los tiempos de negociación difieren entre un país y otro, sobre todo al aparecer nuevos actores en el camino.