Víctimas de un divorcio en el que ninguno ganó

La Ponferradina era uno de los posibles animadores del campeonato. Desde su teórico papel de tabla media, y tras pelear por el 'play off' la última jornada, muchos esperaban que el proyecto blanquiazul fuese a más. Sin embargo, el verano terminó con Jon Bolo abandonando el club. El divorcio ha acabado siendo una decisión nefasta para ambos. Ni el técnico ha aguantado en su nuevo destino ni el equipo ha logrado superar su marcha. Los de El Toralín están en un claro grupo favorito al descenso. Junto a Málaga, Lugo e Ibiza, se han quedado en un cuarteto incapaz por el momento de superar los 30 puntos y ven ya la salvación a seis puntos de distancia. Su primera vuelta

Tras vivir algunos de sus mejores momentos en una historia centenaria, la Ponferradina trató de suplir a Bolo con Jose Gomes, que no logró conectar con la plantilla. Cogió el relevo David Gallego, poco dado a la innovación. El equipo apenas ha cambiado. En el banquillo

La ventana de fichajes invernal se saldó con la llegada de San Román para suplir a Makaridze, ambos segundos porteros;el refuerzo de Naím desde el Leganés, el central Chakla y el lateral diestro Ale Díez. Ninguno se ha consolidado. Mercado de Invierno

La peor sensación posible en un equipo que no logra revertir una mala dinámica es la de no ver en el banquillo las piezas necesarias para agitar el avispero. Es lo que está sucediendo a David Gallego, que por más que toca su defensa, no logra encontrar estabilidad. La defensa blanquiazul llega a Los Cármenes en un momento de auténticas dudas. Amir Abedzabe se ha mantenido todo el curso, excepto el Mundial, en el arco sin el éxito de la pasada temporada. No le protegen en demasía una defensa compuesta normalmente por Paris Adot, Pascanu, José Amo y Moi Delgado. Sin embargo, en los últimos duelos viene ganando protagonismo el exrojiblanco Adri Castellano. La banda izquierda es su gran agujero negro. En defensa