Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Amanda Martínez
Sábado, 21 de noviembre 2015, 02:58
El proyecto de construcción de un aeropuerto para Granada no terminaba de despegar. En aquellos años en los que no había posibilidad de criticar al gobierno, las súplicas humildes eran la única arma que tenían los ciudadanos para alcanzar cualquier aspiración. Una de ellas se consiguió el 15 de junio de 1972 cuando se inauguró, en el término municipal de Chauchina, un nuevo aeropuerto. Habían pasado cincuenta años desde que se estrenara, un luminoso día del Corpus, el aeródromo de Armilla.
Fue el 20 de junio de 1922. Las pistas de los Llanos del municipio granadino estaban destinadas en su origen a un uso exclusivamente militar. Hasta entonces no habían funcionado de forma oficial, pero ya servían de escala para servicios postales de aviones europeos con sus colonias de África.
Poco después llegaría su primera crisis. Una serie de accidentes llevaron al gobierno de Azaña a decretar su cierre en 1931 cuando ya funcionaba una línea para pasajeros con Sevilla que apenas duró un año. Luego llegó la Guerra y, finalmente, a partir de 1946, se abría definitivamente al tráfico civil y comercial.
El 27 de febrero de 1947, la CANA (Compañía Auxiliar de Navegación Aérea) anunció el comienzo de sus vuelos regulares entre Madrid y Granada. Iba a tratarse de un servicio no de aviones que «partirá de Málaga para hacer escala en Granada y continuar más tarde a Madrid o Sevilla, según lo requieran los viajeros. Se quiere que al menos una vez a la semana este servicio funcione para recoger pasajeros en nuestra ciudad. Los viajes se anunciarán siempre con 24 horas de anticipación», contaba IDEAL en su portada. El precio era de una peseta el kilómetro. El mal tiempo malogró aquel primer vuelo del bimotor Siebel de ocho plazas y en su lugar aterrizó una pequeña avioneta con capacidad para dos personas. Por fin, el 14 de abril de 1947, ocho viajeros se montaban en Armilla con destino a Madrid.
El año siguiente se encargaba el servicio a la compañía Aviaco, que realizó, a partir del 16 de febrero de 1949 veintitrés vuelos Madrid-Granada,
transportando un total de 259 pasajeros. Le acompañaron conexiones con Sevilla (33 vuelos) y Valencia (cinco vuelos). Parecía abrirse una etapa de brillante actividad para el aeródromo, con aviones para treinta y dos pasajeros que circulaban dos veces en semana (martes y miércoles) y que permitían conexiones hasta Barcelona y Tetuán. «El viajero tendrá toda clase de comodidades, en amplias butacas, con servicio de bar y camarera», contaba la información de este periódico. En una hora y cuarto realizaba el recorrido hasta Madrid y cuarenta minutos empleaba en el de Sevilla. Los precios de los billetes era de 205 pesetas a Sevilla y de 358 a Madrid.
Vuelos que no despegan
En octubre de 1950, Gibraltar Airways puso en marcha el servicio Granada-Málaga-Gibraltar. Un bimotor Dragón de siete plazas realizaba el trayecto con el peñón en una hora y cuarenta minutos, más la parada de veinte minutos en Málaga, los martes, jueves y sábados. El precio del viaje era de 280 pesetas, incluido el servicio de automóvil hasta Armilla. La agencia Molygar, en Gran Vía, era la encargada de vender los billetes. Pero de nuevo la falta de pasajeros suspendió el servicio poco después.
Otra fecha importante en la prehistoria de los vuelos comerciales en Granada es la del 10 de abril de 1954. Aviaco pone en marcha una línea regular con los aeropuertos de Madrid y Sevilla. Un avión Bristol bimotor viajaba desde la capital en una hora y cuarenta minutos tres días a la semana. Las instalaciones del aeródromo militar de Armilla se convirtieron entonces en el Aeropuerto Civil de Granada y se adaptaron, «de forma provisional», para recibir vuelos civiles. Desde ese momento, se abrió un dilatado debate sobre la necesidad de un aeropuerto en Granada que podríamos perfectamente comparar con el debate sobre el AVE de hoy en día. Además, a la Costa del Sol malagueña no hacían más que llegar viajeros y Granada también quería sacar provecho del incipiente sector turístico. En el año 1961, fueron 7.085 los viajeros que llegaron a Granada en avión; en el 62, sólo tres vuelos volaban a Madrid, frente a los 36 de Málaga o los 24 de Sevilla.
En el 57 la compañía bilbaína Trabajos Aéreos y Enlaces T.A.E, realizó una exhibición en Armilla para establecer un servicio aéreo que uniera a ciudades sin aeropuertos. Empleaba un Twin Pionner, un avión que apenas necesitaba 120 metros de terreno para maniobrar y disponía de dieciséis plazas. La compañía llegaba con aspiraciones, su idea era establecer un servicio que enlazara a Granada con Córdoba, Málaga, Sevilla y Algeciras y, en un futuro, que llegara hasta Marruecos.
El TER o aero-taxi
Mientras se debatía sobre la necesidad de un aeropuerto, se ampliaban conexiones, como a Tetuán o Tánger, que se cancelaban poco después por falta de pasajeros. Por otro lado las instalaciones de Armilla apenas pasaban de un barracón en el que los viajeros se turnaban para ocupar la sala de espera. En abril del 65, se canceló el vuelo de Madrid. En noviembre de ese año, a falta de un servicio aéreo regular con la capital, las autoridades parecían haber
abandonado la lucha por un aeropuerto digno. El 2 de noviembre, representantes municipales se fotografiaran felices en el flamante vagón del TER (Tren Español Rápido) que viajaba a Madrid. Este tren, «dotado de dos elegantes y cómodas unidades, para la primera y segunda clase». Empleaba siete horas en llegar, contaba con 128 plazas, aire acondicionado, bar restaurante y butacas giratorias, por 618 pesetas, el billete en primera, y 494 el de segunda. Y en Armilla, la compañía Aerlyper puso en marcha un servicio de aerotaxis. Aviones con tres y cinco plazas útiles que tendrían capacidad para volar unos 1.500 km. en el horario y fecha elegida por el cliente. Uno de estos aerotaxis, pero de otra compañía, la Aero-Res, trajo a Granada a la actriz Brigitte Bardot en 1968.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El pueblo de Castilla y León que se congela a 7,1 grados bajo cero
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.