El Walter White granadino

El 28 de septiembre de 1999 la policía detuvo a un profesor de Química de la Universidad de Granada que usaba el laboratorio para fabricar drogas de diseño

PPLL

Jueves, 6 de octubre 2016, 15:46

Los guionistas de Breaking Bad podrían haberse inspirado en esta historia para crear al personaje de Walter White, pero, en la actualidad, tenemos pocos datos para desentrañar la personalidad y las razones que movieron a un profesor granadino a convertirse en un narco. Solo contamos con sus siglas, F.G. y el recuerdo de una operación policial que recuperamos de las páginas de la hemeroteca de IDEAL.

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En septiembre de 1999 la Policía Nacional desarticulaba un grupo organizado, afincado en la provincia de Alicante, dedicado a la fabricación de drogas sintéticas, básicamente speed y éxtasis, en una operación en la que fueron detenidas once personas, entre ellas F.G. un profesor de Química de la UGR al que la policía acusó de utilizar el laboratorio de la Facultad para cocinar cristal.

El profesor detenido en Granada en el marco de la operación Corsario era alicantino y tenía 35 años. Al parecer el presunto narco utilizaba el laboratorio del departamento de Química como lugar para desarrollar su actividad. Según fuentes policiales, en la banda, él era el encargado de fabricar derivados anfetamínicos además de asesorar en el proceso de síntesis de estas sustancias. El jefe de la policía de la Comunidad Valenciana, Segundo Martínez, llegó a declarar que se trataba del laboratorio más importante desarticulado por la Policía española en los últimos años, debido a los conocimientos técnicos que tenían los integrantes de la red. Para fermentar los productos, en vez de utilizar la clásica olla a presión, trabajaban con la bomba de vacío, continúa el jefe de la policía, además eran punteros también en cuanto a sus comunicaciones ya que utilizaban el correo electrónico para pasarse información, toda una novedad en aquellos finales de los noventa.

El particular Walter White granadino era tan solo una pequeña pieza de una compleja operación. La policía estimó que esta organización delictiva, con conexiones nacionales e internacionales , podría haber distribuido unos 20 kilos de speed en polvo, 50.000 pastillas de éxtasis, 50.000 cápsulas de speed, unos 35 kilos de cocaína, 78 kilos hachis y hasta 1.000 dosis de LSD.

El entonces decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada, José Luis Rosúa, dijo a este periódico que se abriría un expediente interno para clarificar la actuación del profesor vinculado a la red y explicó que las personas autorizadas a trabajar en el laboratorio de la Facultad disponían de la suficiente libertad para entrar y salid de sus instalaciones y en ningún caso nadie sospechó nada de lo que estaba ocurriendo.

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La pista en la prensa de la operación Corsario y del profesor se pierde unos días después. F.G., tras ser puesto en libertad, se incorporó a su puesto de trabajo. Lorenzo Morillas, rector de la UGR en la época en la que sucedieron los hechos declaró: estamos a la espera de la confirmación oficial, de la Policía o la judicatura, para actuar de inmediato exigiendo las responsabilidades en el ámbito administrativo y, si hay procedimiento penal, nos personaremos para exigir responsabilidades y aclarar si se ha hecho uno de laboratorios o material universitario con fines delictivos.

Fuentes de la Universidad han asegurado que nunca se encontraron pruebas contra el profesor y el caso fue sobreseído.

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