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IDEAL INTERNACIONAL
Miércoles, 10 de junio 2015, 11:50
Una monja irlandesa de 58 años, y otra neozelandesa de 68, que vivían en la Casa de las Hermanas Maristas, en la vía Aurelia de Roma, subieron al ascensor el pasado viernes por la tarde y de forma imprevista se quedó bloqueado por una avería eléctrica. Y entonces empezó su calvario.
Como ninguna tiene teléfono móvil gritaron solicitando socorro, pero ninguno pudo oírlas al no haber nadie en el edificio durante el fin de semana. Así que esperaron rezando a que llegar alguien a su rescate.
Finalmente, el lunes pasado la señora que realiza tareas de limpieza llamó a los carabineros para que abrieran la puerta, tras sus insistentes llamadas al Instituto religioso sin obtener respuesta. Los militares lograron entrar gracias a las llaves que conservaba otra casa de monjas que viven al lado, informa ABC.
Al entrar, los carabineros gritaron si había alguno en el edificio, y las monjas: «Sí, estamos aquí, en el ascensor». Cuando las encontraron, ambas estaban buenas condiciones de salud, pero visiblemente conmocionadas y deshidratadas, así que fueron ingresadas en un hospital cercano.
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