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Los otros Trump

Los otros Trump

Los cinco hijos se han unido en la carrera a la Casa Blanca del patriarca. A Donald Jr le pierde la caza, Ivanka se convirtió al judaísmo, Eric es el más generoso y a Tiffany le gusta exhibirse en bikini. El benjamín Barron, de 10 años, es un clon del ‘jefe’

ester requena

Domingo, 13 de marzo 2016, 13:29

La cola de un elefante, un cocodrilo ahorcado y un búfalo disecado comparten estos días protagonismo en Estados Unidos con dos cazadores que posan con ellos como premio de un safari en Zimbabue. Son los hijos mayores de Donald Trump: Donald Jr y Eric. Las instantáneas se publicaron hace cuatro años... pero el pasado siempre vuelve. Y más cuando su padre se encuentra entre los mejor situados para llegar a la Casa Blanca por el Partido Republicano. La polémica está servida, gracias a las imágenes, pero también a unas desafortunadas declaraciones en las que dejan patente que los retoños han heredado el ADN bocazas de su padre. «Los habitantes del pueblo estaban muy agradecidos por la comida que habitualmente no pueden comer gracias a nuestras piezas cazadas», soltó el primogénito del clan. Con semejantes perlas es normal que ahora salgan a la luz los chismes de esta familia de millonarios pijos que se ha criado a todo tren moviéndose en jet privados cuando ni siquiera levantaban dos palmos del suelo.

Todos se han unido para empujar la carrera presidencial del patriarca. En especial, los tres hijos mayores (Donald, Ivanka y Eric), fruto de su primer matrimonio con Ivana Trump. Los tres son su mano derecha en los negocios y ejercen como vicepresidentes de Trump Organization, la compañía que les ha visto crecer y corretear por sus mullidos pasillos. De hecho, vivían en la sede de la empresa, en las torres más exclusivas de Manhattan.

Alternaban esta lujosa residencia con el colosal palacio de Trump en Florida: un castillo con su propio campo de golf, playa privada y un teatro que es una copia exacta de la Academia de Venecia, con tapices del siglo XVI y azulejos españoles del siglo XV. Por sus 40 habitaciones antes tenía 102 se han paseado Elizabeth Taylor y Michael Jackson y su personal de servicio poco tiene que envidiar a la Casa Blanca, en la que podrían desembarcar a partir de noviembre. ¿Cazarán también por el recinto?

«Realmente nuestro padre no entiende por qué cazamos, pero es de mente abierta y siempre nos ha permitido hacerlo», revela Donald Jr, de 37 años, que le cogió el gusto al gatillo por culpa de su abuelo materno. El padre de Ivana Trump se llevaba al primogénito y su hermano Eric en verano a Checoslovaquia y les enseñaba a disparar en el bosque. Donald mejoraría su puntería en el internado de Pensilvania al que le enviaron de adolescente y, en su época universitaria, se escapaba todos los fines de semana a cazar con arco ciervos a unas montañas cercanas. Dice que eso le apartó de meterse en problemas...

Consumado orador, aseguran que pese a todo su dinero y buena planta siempre se ha alejado del estereotipo de playboy. «Educado e inteligente, un caballero», lo definen sus más cercanos. Pero también «aburrido» y muy casero desde que dio el sí, quiero a la diseñadora de bolsos y rubísima extenista Vanessa Haydon y decidió centrarse en la empresa familiar.

¿Quién es quién en la familia?

  • Eric

  • Tercer hijo de Donald e Ivana Trump. A sus 31 años, figura como vicepresidente de la compañía Trump y es el más preocupado de la familia por las causas filantrópicas. Ha creado su propia fundación benéfica que ha aportado 50 millones de dólares para niños con cáncer. Se casó hace dos años en la mansión familiar de Florida con la amazona Lara Yunaska, que apareció en el altar con las muñecas vendadas a causa de una caída que la llevó unos días antes al quirófano.

  • Barron

  • El benjamín de la familia solo tiene 10 años y es hijo de la modelo eslovaca Melania Knauss, tercera mujer de Trump, 25 años menor que él y con la que se casó en 2005. El pequeño pasa por un clon del patriarca e incluso ha heredado de él su pasión por el golf, aunque también practica el tenis, como su hermana mayor Ivanka, y el béisbol.

  • Ivanka

  • La reina mediática del clan es Ivanka, de 33 años y segunda hija de Ivana y Donald Trump. Odia que la comparen con Paris Hilton, otra rica heredera, porque «yo trabajo 13 horas al día». Ha desfilado como modelo de Versace, pero luego decidió dedicarse al mundo empresarial. Como sus hermanos, figura como vicepresidenta de la compañía de su padre, cargo que compagina con su propia marca de ropa y complementos. Está casada y tiene tres hijos. Por amor se convirtió al judaísmo.

  • Donald Jr.

  • A sus 37 años, el primogénito de los Trump ha vuelto a saltar a la palestra por su afición a la caza y la defensa que hace de los safaris. Con este hobby no comulga el patriarca, aunque la respeta puesto que sus hijos aseguran que gracias a las cacerías no se han descarriado, entregándose al sexo y las drogas, como otros vástagos famosos. Casado con la extenista Vanessa Haydon, reconvertida ahora en diseñadora de bolsos, tienen cinco hijos. Sus más cercanos destacan su inteligencia y don de palabra, pero también que es un tipo aburrido. Su afición a la caza le viene de su abuelo checoslovaco materno.

  • Tiffany

  • La cuarta hija de Donald Trump y la única con la actriz Marla Maples se crió lejos de los lujos familiares neoyorquinos y de la mansión de Florida. De hecho, asegura que fue una «chica normal» hasta que comenzó la universidad y empezó a llamar la atención su apellido. A sus 22 años se está convirtiendo en digna sucesora de su hermana mayor, Ivanka, y le encanta exhibirse en las redes sociales en bikini. Quiere ser artista e incluso lanzó un tema musical con el que no tuvo mucho éxito pese a su nombre. Ha comenzado a trabajar en la empresa familiar tras realizar prácticas en la revista Vogue.

Pero la auténtica estrella de la familia Trump es Ivanka, de 33 años, exmodelo de grandes firmas dijo no a la todopoderosa Anna Wintour, escritora y diseñadora... Se ha convertido en una de las mujeres de negocios más influyentes del mundo y ha posado para la portada Forbes. A sus tareas en el holding familiar se suma su exitosa marca de ropa y complementos. Con más de 1,8 millones de seguidores en Twitter, esta amante de las joyas desde niña, que tumbaba a su padre al tenis los domingos, odia que la comparen con Paris Hilton: «Trabajo 13 horas al día para ganar mi dinero y conseguir mi casa, porque yo he pagado mi hipoteca».

Diplomada cum laude por la prestigiosa escuela Wharton de negocios por la que han pasado los magnates de General Electric, Starbucks y Nokia, además de jefes de estado, astronautas y varios premios Nobel, en sus aulas no le explicaron lo que luego ha aprendido en los despachos: que su belleza se ha convertido en una de sus mejores armas negociadoras. «La gente viene menos preparada a las reuniones conmigo que a las reuniones con mi padre. Muchos tienden a subestimarme y eso es una gran ventaja para mí».

Pero su carrera profesional no es lo único que ha llenado páginas de las revistas: Ivanka se convirtió al judaísmo por amor cuando en 2009 se casó con Jared Kushner, propietario del New York Observer. Ahora se encuentra embarazada de su tercer hijo y apoya con su presencia los actos electorales de su idolatrado papá.

Eric, de 31 años, es el menos conocido del triunvirato, pero también ejerce como vicepresidente de la corporación. Su labor se centra en la expansión de la empresa, mediante la construcción de lujosos campos de golf e inmensas torres. Pero lo que de verdad le apasiona es la filantropía: cuenta con su propia fundación benéfica, que ha donado 30 millones de dólares para la investigación y el tratamiento del cáncer pediátrico en el hospital infantil de St. Jude, en Tennessee, y otros 20 millones para niños con enfermedades terminales. En ello ha embarcado a sus hermanos y a su mujer, Lara Yunaska, de 33 años, una amazona nacida en Carolina del Norte con la que salió seis años antes de casarse. La joven se presentó en el altar con las dos muñecas rotas debido a una caída del caballo.

El clon benjamín del padre

Ellos son los Trump más conocidos, pero no los únicos. Trump tiene dos hijos más de sus otros dos matrimonios. Con la actriz norteamericanaMarla Maples tuvo a Tiffany Trump, criada «como una chica normal» lejos del glamuroso entorno neoyorquino, que ha saltado a la fama gracias a las redes sociales. Asus 22 años, estudia en la Universidad de Pensilvania, pero prefiere posar en bikini en Instagram. Ya cuenta con cargo propio en la empresa, pero lo que le tira es triunfar en el mundo de la música; sacó hace unos años un sencillo con escaso éxito.

Menos se conoce de Barron, el benjamín de la saga, un clon de su padre con solo 10 años. Al hijo de la modelo Melania Knauss, la actual esposa de Trump, de 45 años, le encanta pelotear en los campos de golf y le aburren soberanamente, como a cualquier niño de su edad, los mítines que se está tragando estos días por todo Estados Unidos. Al menos cuenta con sus siete sobrinos como compañeros de juegos; con el hijo mayor de Donald Jr solo se lleva unos meses. Barron ya repite como un mantra el secreto del éxito del jefe, el mismo que Trump transmitió al resto de sus cachorros: «Nunca pierdas la pasión por lo que haces. Si amas lo que haces y trabajas duro, terminarás teniendo éxito». Y hacia esa meta camina el clan Trump, que si ganan la Casa Blanca habrán regalado a los americanos el presidente más rico... y el más bocazas.

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