Trump, «conmovido» por un retrato que le regaló Putin

El Kremlin confirmó este martes que el presidente ruso entregó a su enviado especial, Steve Witkoff, un retrato que encargó del mandatario estadounidense donde, aparentemente, captura la mirada de hombre fuerte que este quiere proyectar. «Estaba claramente conmovido», dijo de Trump el magnate inmobiliario al expresentador de Fox, Tucker Carlson. Witkoff y Trump se conocen desde hace décadas por sus negocios de rascacielos, hoteles y casinos y ahora comparten también la admiración por Putin. «No le considero un mal tipo», afirmó, sino un tipo «super inteligente» al que toma «por su palabra». La guerra de Ucrania -a la que el Gobierno de Trump no llama invasión-, «y todos los factores que llevaron a ella», son asuntos «muy complicados», de los que no le culpa, aseguró.

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Muchos dieron un respingo al escucharle. «¿Este tipo es idiota o qué?», declaró indignado a CNN el senador demócrata de Massachusetts, Seth Moulton. Trump considera a Witkoff un negociador extremadamente astuto, que fue capaz de proporcionarle en enero el alto al fuego en Gaza, que en realidad se consideraba una concesión del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu al nuevo presidente, como Putin le ha dado la tregua en el Mar Negro y el intercambio de prisioneros.

Desde febrero Witkoff está encargado de negociar la paz entre Rusia y Ucrania, por lo que esas declaraciones han preocupado extremadamente a quienes consideran que ha adoptado la postura del Kremlin. «La cuestión central es, ¿puede sobrevivir Zelenski políticamente si acepta la soberanía rusa sobre sus territorios?», dijo a Carlson. El magnate implicó que los reclamos de Moscú sobre Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón son legítimos porque «son de facto sus territorios», dijo. «La cuestión es, ¿lo reconocerá el mundo?».

Durante esa visita Putin supo ganárselo con temas personales ajenos a los asuntos políticos y territoriales sobre la mesa. Witkoff admitió que la conversación con el mandatario ruso se volvió «personal» cuando le entregó ese «precioso retrato» que había encargado a uno de los más «prominentes» artistas rusos, cuyo nombre no mencionó. ¡Fue un momento tan emotivo!», suspiró. «Esta es la clase de conexión entre ambos que he sido capaz de restablecer».

Putin terminó de ganarse a los dos amigos inmobiliarios cuando contó a Witkoff que «rezó» por Trump al saber que había sufrido un intento de asesinato en julio pasado durante un mitin en Butler (Pensilvania), no porque fuera un expresidente de EE UU o pudiera volver a serlo, sino porque era «su amigo». Esa amistad se trabó durante el primer mandato del líder republicano, pero el inquilino de la Casa Blanca siente que la presión política en su país, donde se acusaba a Rusia de haber intervenido en la campaña electoral a su favor, le impidió a ambos tratarse como les apetecía.

Ahora Trump espera la oportunidad de que Putin y él puedan agasajarse con visitas de Estado, después de haber mantenido el pasado día 18 una larga conversación telefónica de cerca de dos horas, la primera entre dos presidentes de EE UU y Rusia desde que este país invadió Ucrania en 2022.

El jefe del Kremlin ya regaló un retrato a George W. Bush en 2013, cuando el entonces presidente dijo haberle mirado a los ojos y haber visto complacido «su alma», lo que le llevó a invitarlo a su rancho de Crawford (Texas). A Joe Biden, sin embargo, le agasajó en 2021 durante la cumbre de ambos en Ginebra (Suiza) con una caja lacada de escritura con pluma, valorada en 12.000 dólares, que este declaró como regalo de Estado.