Cuatro historias de cuatro patas

Valiente: ¿Qué podemos decir de un perro con este nombre? Valiente fue encontrado en Jamilena (Jaén), lleno de costras, sin pelo, desnutrido y cubierto de parásitos. Con buenos cuidados y medicación logró recuperarse, pero sufre de Leishmania, artrosis, esta mal de los ligamentos cruzados y cada vez le cuesta más andar. Sus padres de acogida no pueden hacerse cargo de los gastos de un especialista que lo valore y la posterior operación. Valiente y su familia buscan a alguien que les eche una mano (o una pata) que les ayude a sufragar los gastos.

Pipe y Melchor: Pipe es un galgo que apareció a las afueras de Santa Cruz (Córdoba), al final de la temporada de caza en febrero. Un vecino vio como unos cazadores lo tiraban desde su camioneta a la carretera. Aunque tenía una pata trasera prácticamente colgando, Pipe huyó a refugiarse en algún lugar del campo. Este vecino dio el aviso a una chica que vive allí, y que es casa de acogida con la asociación Galgos del Sur. Coger a un galgo es muy difícil incluso aunque este en ese estado; ella estuvo llevándole comida y agua a Pipe durante tres meses, dejándola siempre debajo del mismo olivo, hasta que él confió en ella y pudo llevárselo a casa. Para entonces, su pata se habia curado mal y había perdido toda la musculatura. Las únicas opciones eran ponerle una prótesis o amputarle la cabeza del fémur para que pudiera volver a apoyar la cadera sobre la pata. Las protectoras solo tienen como recurso económico las cuotas de socios y otras donaciones, por lo que una prótesis de unos 3.000 euros estaba, por desgracia, fuera de su alcance.3 Así pues, Pipe sufrió la amputación de la cabeza del fémur. En octubre Marisa y Borja decidieron adoptar a un galgo y contactaron con esta asociación. Marisa no iba a por un perro en concreto, así que preguntó por el caso más urgente de adopción. Entonces les hablaron de Pipe, una adopción difícil, ya que su aspecto era 'poco atractivo' debido a todas sus heridas, la cojera y su falta de musculación en la pata, y porque durante su estancia en la protectora otro perro le atacó y le arrancó el rabo, lo cual dificultaba que fuese adoptado en el extranjero (en muchos países europeos se prohíbe la tenencia de perros con cola o rabo amputados para evitar el maltrato por estética, y aunque no fuera el caso de Pipe, no podría viajar a esos países por no tener rabo). Cuando lo conocieron no lo dudaron ni un momento y se lo llevaron a casa. Aunque la cojera sea de por vida, ahora Pipe vive muy feliz con Marisa, Borja y otros tres perros que se encuentran en adopción.

Melchor es un podenco, raza maltratada tanto o más que los galgos. Apareció por casualidad a finales de octubre, mientras Marisa y Borja paseaban por el campo, observaron como un coche aminoraba la velocidad y tiraba a un perro por la ventana. El perro salió corriendo y se escondió. Cuando se acercaron, Melchor estaba temblando y paralizado de miedo, era casi imposible cogerlo, así que le llevamos comida y agua, pasó allí toda la noche. Al día siguiente volvimos y seguía allí, sin comer ni beber, temblando de miedo. Pasaron varias horas junto a él, y decidieron ir a por sus perros, por si de esta forma Melchor les daba un voto de confianza. Así fue, Melchor siguió a sus perros hasta casa y se metió corriendo. Lo llevamos de inmediato al veterinario. Melchor tenía sólo 6 meses, estaba en un estado de desnutrición tal que se podían ver a simple vista cada uno de sus huesos, pesaba solo 4 kilos. Le estaban saliendo los dientes definitivos, estaba lleno de pulgas y garrapatas, le habían cortado la punta del rabo, tenia infección en los oídos lo que le provocaba una falta de equilibrio y en los ojos cicatrices de ulceras, la veterinaria nos dijo que seguramente había teñido conjuntivitis y no se había tratado. por lo que a día de hoy sus ojos no están al 100%. Tenía pequeñas protuberancias en su cabeza debido a fuertes golpes, le habían pegado mucho, tanto que Melchor siempre que veía a alguien acercarse ni siquiera huía, si no que agachaba la cabeza y se hacía pis encima. Inmediatamente Marisa y Borja contactaron las protectoras, todas estaban saturadas, pero finalmente Arca de Noé de Sevilla les echó una mano para difundir el caso de Melchor. Actualmente está totalmente recuperado a nivel físico, excepto una leve pérdida de visión. A nivel psicológico está mucho mejor, aunque aún le quedan traumas y se asusta mucho. Es un perro muy leal, alegre y activo pese a todo lo que ha pasado. De momento espera a una familia que se enamore de el, mientras tanto Marisa y Borja seguirán trabajando en su recuperación.

Latidos Callejeros: Esta es la historia de un grupo de amantes de los animales, que no pueden ver como cada día se maltratan y se abandonan decenas de ellos en la provincia de Jaén, así es como surge Latidos Callejeros en septiembre de 2015. Fundada por un grupo de particulares de Linares y Bailén, sin medios ni ayudas económicas, ni siquiera un refugio, sólo disponen de la ayuda de otros particulares que se prestan voluntarios como casa de acogida, hasta que estos peludos encuentren un hogar definitivo. Si queréis acoger o adoptar, podéis contactar con e llos por Facebook o en el correo callejeroslatidos@gmail.com.

Todas estas historias y muchas más, pudieron verse en el Paseo Pro-adopción organizado por Pacma el pasado domingo 17 de enero. Marcha en la que participaron 550 animales. De ellos, entre 60 y 70 buscaban un hogar, pero sólo unos pocos afortunados encontraron una nueva familia.

La nota negativa: Desgraciadamente, mientras más de medio millar de animales disfrutaba de este paseo por la capital, unos vecinos de Bailén (Jaén) encontraban ahorcado a un pastor alemán. El Partido Animalista Pacma se ha presentado en la Delegación de Gobierno de la Junta de Andalucía, para exigir que se adopten las medidas oportunas y evitar que se repitan hechos tan lamentables. Esta es la cara y la cruz de una misma ciudad, Jaén.