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Trabajar a la intemperie en plena ola de frío

Trabajar a la intemperie en plena ola de frío

Congelación, hipotermia y estrés por frío, síntomas, causas y cómo protegernos de las bajas temperaturas

José Cobo

Viernes, 20 de enero 2017, 15:04

Toda España se encuentra en plena ola de frío y Jaén no es una excepción. Desde el cartero, al barrendero, pasando por el simpático señor que intenta vendernos ambientadores de pino en la rotonda de la avenida de Andalucía, o el joven que hace pompas de jabón en la calle San Clemente, todos tienen algo en común, sufren las bajas temperaturas de estos días mientras realizan su trabajo. Cuando se produce una pérdida excesiva de calor corporal, de modo que la temperatura interna del cuerpo, desciende por debajo de los 36 ºC, el organismo se ve sometido a un proceso conocido como estrés térmico por frío, que puede conllevar hipotermia, congelación y la agudización de problemas que ya tuviésemos antes. Las personas con asma, bronquitis, problemas ciculatorios y cardiovasculares, artritis en extremidades, hipersensibilidades al frío, urticarias o fumadores, pueden ver agravada su enfermedad al trabajar a la intemperie durante los días de frío.

Síntomas: La sensación de dolor en las extremidades es un claro aviso de estrés por frío. Los miembros más alejados del cuerpo son los primeros afectados por esta reducción del flujo sanguíneo, perdiendo la sensibilidad. Esto causa una notable reducción de la movilidad, nuestra resistencia y fuerza muscular. Es decir, si en este momento alguien nos pone una chistera y una escoba, seríamos los muñecos de nieve ideales. Las articulaciones sufren y si se realiza un trabajo pesado aumenta el riesgo de lesión.

Congelación: se produce como consecuencia de la exposición al frío intenso, aunque sea durante breves periodos, y suele inicarse fundamentalmente en los dedos de las manos y los pies, orejas y nariz. En el caso del simpático payaso de la calle Doctor Luzón, este último síntoma podría no manifestarse gracias a la nariz de gomaespuma que siempre lleva.

Hipotermia: Junto con la congelación, es el cuadro clínico más grave provocado por la exposición al frío. Se manifiesta en la fase leve (temperatura interna entre 33 y 35 °C) a través de la aparición de síntomas como temblores, confusión mental y torpeza de movimientos (cuidado, no confundir con la gente que sale de la Sala Kharma a las 7 de la mañana), incrementando el riesgo de accidentes.

¿Por qué tiritamos? El cuerpo intenta contrarrestar el frío con escalofríos o tiritonas, estos activan los músculos para generar energía acompañada de calor, y reduciendo el flujo de sangre a la superficie del cuerpo, para minimizar la pérdida de calor.

Si trabajamos a la intemperie, ¿cómo podemos prevenir los problemas derivados del frío?

1. Descansando de vez en cuando en lugares calientes y secos para recuperar la temperatura o alternando las tareas de exterior con las de interior, dejando las de exterior para las horas más cálidas del día.

2. Evitando las posturas estáticas en la calle de forma prolongada.

3. Sería recomendable realizar descansos de recuperación. Si las temperaturas, según lo previsto, oscilan en torno a los -5 °C, se recomiendan descansos de 10 minutos cada 2 o 3 horas de trabajo.

4. Ingiriendo alimentos y bebidas calientes; el alcohol y el café no son recomendables, ya que alteran la circulación sanguínea.

5. Es recomendable aumentar estas medidas si tenemos una cierta edad o sufrimos problemas circulatorios o cardiovasculares.

¿Qué ropa es la más adecuada para estos días de frío?

1. Es fundamental llevar ropa de abrigo adecuada: varias capas de prendas aislantes frente al frío, el viento y la humedad; con tejido que permita la transpiración; y ligera, tanto en peso comoe m volumen, para no entorpecer el trabajo.

1.1 Capa exterior impermeable de protección frente a la lluvia y al viento.

1.2 Capa intermedia de aislamiento térmico, con tejidos que eviten la pérdida de calor corporal.

1.3 Capa interna transpirable para evitar la sudoración.

2. Es muy importante proteger las partes más sensibles del cuerpo: cabeza, cuello, tobillos, pies y manos.

3. Proteger las extremidades con guantes contra el frío, calcetines, botas, etc.

4. La ropa debe poder abrocharse y desabrocharse incluso con dedos fríos y torpes, evitemos los botones.

5. Utilizar tejidos ligeros, flexibles y con diseños que permitan la adopción de posturas forzadas con cierta comodidad.

Es importante llevar prendas de abrigo en varias capas:

Así que ya saben, protejámonos de las bajas temperaturas y disfrutemos de esa sonrisa helada y ese cutis terso de quinceañero sin acné, que nos aporta esta ola de frío.

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