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¿Se imaginan una nueva pandemia? Pero no de las que afectan a los humanos de manera directa, sino una capaz de arrasar con la biodiversidad que mantiene el equilibrio del planeta y al mismo tiempo nos alimenta, y que por tanto acabara con los ... cultivos. Solo de pensarlo dan escalofríos y más teniendo en cuenta nuestra historia reciente. Pues bien, distintos países del mundo quieren evitarlo y han querido adelantarse a una hipotética catástrofe creando un Banco Mundial de Semillas que asegure la supervivencia de la especie humana en caso de emergencia mundial, puesto que los cultivos podrían volver a replicarse.
Hay que viajar hasta Noruega para localizar este Banco Mundial de Semillas, concretamente a Svalbard, y aunque suene a película, esta particular y subterránea 'arca de Noé' vegetal (también conocida como la 'cámara del fin del mundo') alberga en su interior algunas semillas cuyo origen es la provincia jienense.
Lo confirma para este periódico el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA-CSIC), que asegura que, entre el grupo de variedades vegetales que se enviaron a la Cúpula de Svalbard el pasado mes de junio —con más de mil tipo de semillas— había un total de 17 muestras recolectadas en la provincia de Jaén. Serían las siguientes según la agencia estatal para la investigación científica y el desarrollo tecnológico: una de Aegilops triuncialis, una gramínea silvestre llamada comúnmente 'rompesacos'; dos de judía común; una de Sorgo; tres de Trigo duro; otras tres de Alverjón; una de Yero; otra de Carilla, y cinco de maíz.
Para aquellos que se pregunten por qué no se envió a esta fortaleza una muestra de nuestro mayor tesoro, el olivo, hay que aclarar que este fruto se reproduce por esquejes, no por semillas, por eso no se incluyó.
Asimismo, de las 1.080 variedades españolas que se enviaron 300 son cereales de invierno, 114 de las cuales corresponden a trigos; 510 son leguminosas, de las que 189 son judías; 200 son hortícolas, 81 de ellas tomates, y 108 variedades de maíces.
El Banco de Semillas de Svalbard es una infraestructura científica mundial que guarda más de un millón de muestras de semillas de diferentes cultivos de casi todos los países del mundo por lo que la convierte en la mayor colección de biodiversidad agrícola.
España realizó el pasado año, en junio, un envío con semillas de Jaén y de otros muchos lugares del país. De hecho, a la hora de seleccionar material para este primer envío, según aclaran desde INIA-CSIC, se han seguido las normas que están vigentes para enviar muestras a la cúpula, y entre esas normas está «el hecho de que las semillas que se envíen procedan de ensayos de campo que se hayan realizado en los últimos años».
En las colecciones que se guardan en los bancos de germoplasma de la red española de recursos fitogenéticos hay muestras procedentes de muchos lugares, no solo del territorio nacional, también de otros países. «En nuestros protocolos de trabajo se incluye hacer ensayos de campo con distintos fines, y de estos ensayos hemos mandado semillas, entre ellas las de Jaén», añaden. También confirman que se harán nuevos envíos.
La Bóveda Global de Semillas de Svalbard abrió sus puertas por primera vez en febrero de 2008, como una instalación de respaldo para los bancos de semillas del mundo. Recibió depósitos de más de 300.000 diferentes tipos de semillas en su primer año y las entregas han continuado varias veces al año desde entonces, desde países como Australia, Burundi, Colombia, Alemania, India, Japón, Corea del Norte, Rusia, EE UU, España y muchos otros.
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