La inauguración en el año 2002 de la «locomotora comercial» se vivió como una fiesta

Fue a finales de noviembre de 2002 cuando El Corte Inglés de Linares abrió sus puertas tras una apuesta millonaria por parte de la compañía dirigida por el empresario Isidoro Álvarez. 60 millones de euros costó la puesta en marcha de este ambicioso proyecto y la construcción del imponente edificio en la intersección de la Plaza del Ayuntamiento con la Avenida de Andalucía y la calle Jaén, concretamente, en el solar que, antiguamente, ocupó la fábrica de harinas y sémolas de Marín Palomares.

Al acto oficial de inauguración, que se vivió como una fiesta por todo lo alto en la ciudad, asistieron el por entonces consejero de la Presidencia de la Junta de Andalucía, Gaspar Zarrías; el presidente de El Corte Inglés en aquella época, Isidoro Álvarez, y el exalcalde de Linares, Juan Fernández, junto a otras autoridades. Con su apertura, la firma de grandes almacenes creó en la ciudad 474 puestos de trabajo directos y 150 indirectos, siendo en torno al 70% de los trabajadores de Linares y su comarca.

El edificio de cinco plantas requirió 208.000 kilogramos de acero laminado, 2.100 metros cuadrados de granito y caliza para las fachadas, 6.500 metros cuadrados de granito y mármoles para los interiores y 750 metros cuadrados de cerramiento de fachada acristalada. Fue el primer inmueble de tal envergadura que El Corte Inglés asentaría en la provincia de Jaén.

Juan Fernández calificó entonces a El Corte Inglés como la «locomotora comercial» de la comarca, mientras que Isidoro Álvarez agradeció la «excelente acogida» que Linares dispensó a su empresa. Nadie presagiaba en aquellos años que, al cabo de dos décadas, la historia podría cambiar tanto como lo ha hecho.