Juan García Bonilla, un joven linarense con altas capacidades y un futuro prometedor

Una mente brillante, rebosante de juventud y con un futuro prometedor, que ha visto cumplido su sueño a miles de kilómetros de su ciudad natal. Juan García Bonilla, ingeniero aeroespacial, es un linarense de altas capacidades que, con tan solo 22 años, ha conseguido ganarse un puesto de trabajo en la NASA. De hecho, está a punto de cumplir su primer mes formando parte de la plantilla del Jet Propulsion Laboratory de Pasadena (Los Ángeles, California).

Allí, este joven desarrolla su talento en el equipo de diseño de software y simulación de robótica espacial, lo que vendría a ser, según sus palabras, «una de las fases necesarias del proceso de prediseño para que los ingenieros de misión puedan conocer el comportamiento y probar, previamente, sus diseños». Sin duda alguna, una labor de suma relevancia que requiere de grandes conocimientos adquiridos durante sus estudios y especializaciones.

«Estas primeras semanas están siendo muy motivadoras. Sinceramente, estoy muy contento porque me asignan tareas muy interesantes y el ambiente de trabajo es muy bueno. El perfil es de gente joven y abierta y, por el momento, la experiencia está siendo muy positiva», señaló Juan García, a quien le avala un expediente brillante desde que comenzara sus estudios en el CEIP Europa de Linares. Su formación en Educación Secundaria continuó, posteriormente, en el IES Cástulo de su ciudad, donde formó parte del programa de altas capacidades desarrollado desde el Departamento de Orientación del centro. Y es que, atendiendo al nivel académico de Juan, y dado que era un alumno aventajado, fue pasado de curso, directamente, de segundo a cuarto de la ESO.

Así, con apenas 16 años, este linarense ya estaba estudiando la carrera de Ingeniería Aeroespacial en la Universidad Carlos III de Madrid. Al finalizarla, su currículum era tan sobresaliente que la Fundación La Caixa le concedió una de sus prestigiosas becas de posgrado en el extranjero para realizar un Máster en Exploración Espacial en la Universidad Tecnológica de Delft (Países Bajos). Esa especialización significó mucho en su trayectoria, ya que le abrió las puertas de la NASA, donde realizó unas prácticas y al poco tiempo, tras sus estudios, ha acabado trabajando.

«Siempre se me han dado muy bien las matemáticas y las ciencias, sin embargo no tanto la lengua, así que estaba clara cuál sería mi opción para estudiar. Además, desde pequeño sentía mucha curiosidad por el campo aeroespacial. Mi principal meta es, ante todo, no aburrirme en el trabajo, sino que mi trabajo me siga gustando tanto como me apasiona al día de hoy. Y como objetivo más concreto, poder participar en el diseño de una misión que al final vuele y cumpla su objetivo», afirmó el joven.

Apoyo

Dar el salto a Estados Unidos para vivir y trabajar allí de forma permanente ha supuesto un cambio abismal en la vida de Juan, si bien es cierto que este linarense ha vivido ya varias experiencias previas en el extranjero. No en vano, en tercero de carrera ya estudió en el país norteamericano, concretamente en el estado de Georgia, a través del programa universitario de intercambio.

En todos los pasos que ha dado en su vida para no dejar de progresar, el linarense Juan García Bonilla ha contado siempre con el apoyo de sus padres, resto de familiares, amigos, compañeros y profesores tanto del IES Cástulo como de etapas superiores. «Nunca me cansaré de agradecer a mis padres, por supuesto, todo su cariño y apoyo. Sin ellos, nada de lo que he hecho hubiera sido posible. Y también, cómo no, agradecer a cada una de las personas que ha contribuido a ser quien soy», reflexionó.

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