Linares celebra con júbilo el nombramiento de la hermandad del Rocío como filial

Un sueño cumplido. Así es como puede resumirse la gran alegría que se llevaron ayer los rocieros linarenses al enterarse de que la hermandad matriz de Almonte ha admitido como nueva filial a la hermandad del Rocío de Linares. La junta de gobierno de la máxima institución rociera acordó en cabildo extraordinario la decisión de que la corporación local entrase a formar parte de la nómina de hermandades filiales de la Blanca Paloma y así se transmitió a sus representantes.

De esta manera, la hermandad de Linares obtiene al fin este anhelado y tan esperado título, convirtiéndose en la filial número 125 de la Reina de las Marismas y en la sexta hermandad jienense en ostentarlo. Precisamente, será este sábado, 7 de diciembre, cuando se reciba oficialmente dicho nombramiento y se hará en tierras onubenses, en Almonte, durante la celebración de la Vigilia de la Inmaculada Concepción, voto que el pueblo almonteño realizó en 1653 y cuyo símbolo, el Simpecado, es adoptado por todas las hermandades rocieras para representar a la Virgen del Rocío.

Los directivos rocieros de Linares y todos los componentes de su Hermandad casi no podían pronunciar palabra al conocerse tan magnífica noticia, ya que la aprobación de su nombramiento como filial supone, sin duda alguna, el cumplimiento del mayor de los deseos de un colectivo que cuenta con 25 años de trayectoria cofrade en la ciudad.

Desde el actual presidente, Antonio Jesús Murillo, hasta el relaciones públicas, Miguel Ángel Simarro, y un larguísimo etcétera de buenos rocieros no dejaron de recibir sinceras muestras de cariño y numerosos mensajes de felicitación por este gran logro, que es fruto del incansable trabajo realizado por tantas personas durante todos estos años, desde que se constituyó el grupo parroquial y la posterior asociación local rociera, que, con el paso del tiempo, pasó a ser hermandad y a erigirse canónicamente. En la actualidad, la sede canónica se encuentra en la parroquia de Santa Bárbara, donde recibe culto su Simpecado en una de las capillas laterales del templo.

«Ya un poquito más tranquilos y asimilando la gran noticia de ser nombrada Hermandad Filial de Almonte, queremos agradecer profundamente a todas las personas, hermandades y organismos públicos que nos habéis hecho llegar vuestras felicitaciones. Mil gracias a la Hermandad Matriz del Rocío de Almonte, que bajo la intercesión de María Santísima del Rocío, decidió nombrarnos la filial número 125 en un año muy especial para todos los rocieros. Gracias a los rocieros y rocieras que trabajaron y se dejaron el corazón, y que ya se encuentran en el cielo y hoy lo celebran, mientras nos observan desde el balcón del cielo», transmitió la hermandad linarense.

También lanzó la nueva filial rociera de Linares palabras de agradecimiento para las hermandades que la cobijaron en sus diferentes etapas, como las corporaciones de Castillo de Locubín, Jaén y Utrera. «Todos sembraron esa semilla rociera del amor que nos ha hecho cumplir este gran sueño para poder postrarnos ante la Blanca Paloma con nuestro glorioso Simpecado», sentenciaron desde la Hermandad de Linares. Desde este momento, se inicia un 'camino' muy especial hacia Ella.