Nueva vida empresarial para el emblemático hotel Cervantes de Linares

Seis meses después de cerrar sus puertas, el hotel Cervantes tiene nuevos propietarios que darán continuidad a este establecimiento emblemático de la ciudad. La sociedad linarense Gesline Control S.L., de la que es socio y administrador el empresario local Luis Linares Domene, resultó adjudicataria del céntrico edificio, cuyos accesos se encuentran tapiados desde hace medio año.

Fue el pasado mes de noviembre cuando se hacía efectivo el cierre de dicho establecimiento debido al procedimiento concursal de sus anteriores propietarios ante el Juzgado de lo Mercantil de Jaén. Su adjudicación a los nuevos propietarios, que ya es un hecho, se produce tras un complejo proceso en el que fue preciso resolver las numerosas trabas que afectaban al inmueble, y que finalmente ha contado con el apoyo de la Administración concursal y del propio Juzgado de lo Mercantil.

Para ello ha sido necesario recabar el apoyo financiero de diferentes entidades públicas y privadas que han aprobado definitivamente el proyecto presentado por la sociedad local Gesline Control. El empresario Luis Linares y el administrador concursal del edificio, Sergio Berrios, plasmaron ayer la finalización del proceso con un acto que contó con la presencia del alcalde de la ciudad, Raúl Caro-Accino.

Con esta operación se recupera para Linares un activo que representa un altísimo valor emocional para los linarenses y que supone su puesta en valor para un nuevo proyecto empresarial. La apuesta decidida por la ciudad y su recuperación empresarial da un paso más con la puesta en valor de este inmueble, que forma parte del patrimonio local por su historia, su fisionomía y su valor cultural y económico.

El hotel Cervantes está situado en pleno centro de la ciudad, concretamente en la calle Julio Burell en confluencia con la calle Cervantes, y guarda una especial vinculación con el mundo taurino. No en vano, el torero cordobés Manuel Rodríguez Sánchez 'Manolete' pasó sus últimas horas en dicho establecimiento antes de torear en el Coso de Santa Margarita, ocupando la habitación 42. Es, además, uno de los hoteles más antiguos de España, datando su construcción de 1876.

La recuperación del edificio del hotel Cervantes tendrá un positivo impacto en la puesta en marcha de proyectos empresariales de carácter local y supondrá la creación de nuevos puestos de trabajo para la ciudad. Al menos, esa es la intención mostrada por los nuevos propietarios que se hicieron con el inmueble.

Fue el pasado mes de noviembre cuando se conoció que el edificio sería tapiado tras su cese de actividad como empresa hotelera debido a los problemas financieros por los que atravesaba este negocio. De hecho, se encontraba inmerso en un concurso de acreedores desde el año 2020, siendo el origen del problema una deuda financiera no asumida que fue contraída por el anterior propietario con una entidad bancaria, tras la petición de un crédito para poder realizar reformas en el establecimiento hotelero.