![El proyecto minero 'Nuevo Linares', entre la ilusión y la prudencia](https://s1.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/2024/05/06/LINARES-sondeo-investigacion-mina-kH8-U22030031329VqC-1200x840@Ideal.jpg)
![El proyecto minero 'Nuevo Linares', entre la ilusión y la prudencia](https://s1.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/2024/05/06/LINARES-sondeo-investigacion-mina-kH8-U22030031329VqC-1200x840@Ideal.jpg)
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Ascensión Cubillo
Linares
Domingo, 5 de mayo 2024, 23:17
Ilusión, toda la del mundo, pero con los pies en el suelo. En 1991 cerró la mina de El Cobre, la última activa del distrito de Linares, y 33 años después la investigación abre un resquicio de esperanza. 'Nuevo Linares' es el nombre tanto del ... proyecto como del permiso de investigación que está desarrollando la empresa Kerogen Energy en un amplio territorio que abarca 168 cuadrículas mineras —unas 30 hectáreas por cuadrícula— en los términos municipales de Guarromán, Bailén y Linares. El campo de estudio comprende solo la parte occidental del distrito y su elección se debe a que aquí estuvieron las últimas minas activas, entre ellas la de El Cobre.
El trabajo que están realizando se podría resumir en tres ideas: comprobar si hay suficiente mineral, cuánto cuesta sacarlo y si esto justifica económicamente la posibilidad de extraerlo. Para ello se identifican y evalúan tanto los filones en su día abandonados como los no suficientemente estudiados. El geólogo Fernando Palero, director de exploración, recalca lo del permiso de investigación: «Podemos investigar pero no explotar, para eso necesitaríamos una concesión de explotación». Así que para una mina todavía queda recorrido.
Al ser un territorio tan amplio lo han dividido en dos zonas en función de la calidad de la información que tenían. Una vinculada a las últimas minas, que representa el 20% del total y en la que han hecho ya una evaluación de recursos —en torno a 1.100.000 toneladas de mineral, lo que tiene aproximadamente un 7% de plomo—. El 80% restante aún se encuentra en fases iniciales de investigación. «Podemos hablar de potencial minero pero no de unos recursos calculados», puntualiza Palero.
En base a la información previa que había, sobre todo en forma de planos, se han realizado sondeos en la primera zona. La idea es construir una rampa de investigación para acceder a la antigua mina de El Cobre, y con sondeos cortos desde ahí concretar el proyecto de explotación.
Lo siguiente sería solicitar el paso a concesión: «Todavía no estamos ahí porque se necesitan las correspondientes autorizaciones de Medio Ambiente, Industria y Minas, Confederación». La rampa de investigación está en tramitación administrativa, ya que las actuaciones mineras conllevan hoy mucha burocracia. Palero insiste, esto requiere trabajo y tiempo. El paso a concesión se solicitaría primero en esta zona al estar más avanzada, mientras que en la otra seguirían investigando.
Los minerales se encuentran mezclados en la naturaleza. El cuerpo mineralizado es la suma de la mena y la ganga, es decir, lo que vale y lo que no. La mena aquí es la galena, el sulfuro de plomo. De ahí la necesidad de lavaderos. «Para concentrar la galena que está dispersa en un producto que sea vendible tiene que tener una cantidad mínima de plomo», explica el geólogo. Si el recurso que han calculado tiene un 7% y las fundiciones no admiten menos del 45-47%, hay que llevarlo a esas concentraciones. Aquí entra en juego una de las virtudes del mineral de Linares, su alta calidad, ya que «es fácil» llegar a concentrados por encima del 70%.
Otra cualidad es que apenas tiene impurezas. «La galena es sulfuro de plomo pero no al 100% porque lleva más cosas en pequeñas cantidades, entre ellas, plata. El contenido en plata te lo paga el fundidor, pero luego hay otros acompañantes como el bismuto o el antimonio que penalizan. Lo bueno de esta galena es que tiene muy pocos penalizantes, con la contrapartida de que el contenido en plata es bajo», matiza.
Kerogen Energy se divide en dos subgrupos de socios: profesionales mineros y la empresa Insersa, operadores mineros que trabajan sobre todo en Huelva. Cuentan también con la colaboración de la Escuela Politécnica de Linares, otras empresas especializadas y laboratorios homologados a nivel internacional.
Si bien la actividad minera en el distrito de Linares se remonta a la Prehistoria, fue entre los siglos XIX y XX cuando experimentó un auge importante, llegando a ser el principal centro mundial de producción de plomo a finales del XIX y comienzos del XX. Desde entonces la actividad permaneció ininterrumpida, con altibajos, hasta 1991 cuando cerró la última mina del distrito, la de El Cobre, explotada por Minas de La Cruz.
La posibilidad de que esta actividad resurja genera ilusión y apela, en cierta manera, a una cuestión emocional porque el legado minero sigue muy presente en la sociedad. Desde la empresa y el Ayuntamiento de Linares, no obstante, se muestran cautelosos. «Sabemos que la investigación va bien, que los resultados están siendo buenos porque así nos lo trasladan, pero al final será una decisión empresarial la que diga si se produce la explotación o no», apunta el concejal-delegado de Industria, Empresa y Empleo, Raúl Caro-Accino. El Consistorio linarense se ha puesto a su disposición desde el principio para cualquier trámite burocrático que puedan necesitar, pero más allá de eso solo queda esperar.
Fernando Palero y su equipo son conscientes del interés que suscita esta investigación: «En esta zona aún se respira el ambiente minero pese a que hace muchos años que cerraron las últimas. Saben lo que es la minería y tenemos un apoyo absoluto por todos lados». El geólogo reconoce que le gusta ir sobre hechos consumados porque con las hipótesis muchas veces se generan expectativas que luego no se pueden cumplir. Algo «doloroso» que no quiere que ocurra.
Por eso insiste en que el derecho minero que tienen en la actualidad es un permiso de investigación. Aún hay partido. «Es una lucha de fondo. Hay que ir con los pies de plomo», concluye.
A nivel mundial el comercio de plomo no solo se mantiene, sino que crece. Se utiliza mayoritariamente para baterías por su doble ventaja: es barato y muy fácil de reciclar, también a un precio relativamente bajo.
El 90% del plomo de las baterías se recicla, cubriéndose de esta manera el aumento de demanda, tal y como explica el geólogo Fernando Palero. Las de litio, en cambio, acaban en vertederos.
Aunque hay baterías de litio, cadmio o cobalto, las de plomo seguirán en el mercado porque en comparación con esos elementos es mucho más abundante y barato, sobre todo grandes acumuladores, donde tiene aún mucho campo de desarrollo y venta.
El plomo tiene otros consumos en munición y pinturas anticorrosión, pero muy bajos.
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