«Sigo trabajando para darle un empujón a mi trayectoria y poder crecer en el toreo»

Ese hito ha supuesto, sin duda alguna, un antes y un después en la carrera del joven linarense. No en vano, a raíz de su triunfo en el coso almedinillense, han ido llegando más participaciones como novillero en sucesivos ciclos taurinos, festejos y tentaderos, celebrados en Extremadura, Castilla-La Mancha o Andalucía. Además, se han producido cambios vinculados a la preparación de Marcos Linares, puesto que ha pasado a pertenecer ahora a la Escuela Cultural Taurina de Úbeda, procedente de la de Jaén.

Pero lo que permanece intacto en el interior de esta joven promesa local es su profundo amor al toro, al campo, a todo cuanto rodea la Fiesta nacional y, por supuesto, su gran sueño de convertirse en un destacado matador y figura del toreo, en un futuro próximo. «El triunfo en Almedinilla solo fue una pequeña hoja escrita en mi corta carrera. Hay que seguir creciendo, procurando no estancarme, para darle un buen empujón a mi trayectoria y seguir aprendiendo», señaló Marcos Linares.

Desde hace varios meses, la vida de Marcos Linares está estrechamente ligada al campo y al ámbito ganadero taurino. No en vano, el joven linarense reside y entrena a diario en la Finca El Añadío, de María Jesús Gualda, quien le ofreció, en pleno confinamiento por la pandemia del coronavirus, ser uno más en su casa.

«Recibí una llamada suya y no me lo podía creer. Me acogió como si fuera un hijo suyo; le estoy muy agradecido. Mi rutina de trabajo en 'El Añadío' se basa en un entrenamiento constante con ganado del encaste de Santa Coloma, algo que me viene muy bien porque me ha dado muchísimo. Sinceramente, creo que vivir en el campo y estar en contacto con los animales permite conocerlos bien. El espíritu del torero se abre en el campo», apuntó el novillero.

Marcos Jesús Martínez tenía tan solo cuatro años cuando su abuelo lo llevó por primera vez a una corrida de toros. Esa experiencia le resultaría inolvidable, y tanto le atrajo lo que vio, que le dieron ganas de imitarlo en casa. La afición de su familia caló pronto en él y así lo demostraba cada vez que podía.

«Yo toreaba en casa con las servilletas, con los tenedores pinchaba las sillas, y mi abuelo me regaló por mi cumpleaños una muleta, un capote y unas banderillas. Era muy pequeño cuando yo ya jugaba a los toros con mis trastos, hasta que un día mi familia se puso en contacto con David Gil y empecé a ir a su cortijo para entrenar con él», explicó.

En plena adolescencia, el chico tomó la decisión de ingresar en una escuela taurina para poder aprender a torear y, en la actualidad, cuenta con el apoyo de nombres propios tan destacados como Enrique Ponce, Curro Díaz, Curro Martínez, el apoderado Juan Ruiz Palomares o el banderillero David Lorente.

Precisamente, los toreros Curro Díaz y Enrique Ponce son dos de sus principales referentes en el toreo, aunque una figura de otra época, como Antonio Chenel 'Antoñete', también es de sus favoritos. Con miras al futuro, entre las ilusiones de Marcos Linares está el convertirse en un grande del toreo y poder tomar la alternativa en la Plaza de Todos de Santa Margarita, el coso de su tierra natal.

Recientemente, el novillero Marcos Linares fue recibido por representantes del Ayuntamiento de la ciudad, en el salón de plenos de la Estación de Madrid, para poner en valor desde la Corporación Municipal y el equipo de Gobierno su logro como ganador del ciclo de novilladas sin picadores.

El alcalde, Raúl Caro, le brindó palabras de felicitación al tiempo que puso a Marcos Jesús como «ejemplo de las buenas y agradables noticias que merece esta ciudad, que tan necesitada está de ellas». «Esperamos que sigas llevando el nombre de la ciudad con mucho orgullo», le dijo el dirigente municipal al entregarle la metopa con el escudo linarense.