ZONA DE RIESGO. Pasto entre los arboles de la última reforestación de la falda del Castillo. /IDEAL
JAÉN

La Junta previene incendios forestales con un pastor al que antes perseguía

Llevará desde el viernes 400 ovejas al cerro de Santa Catalina Madereros y ganaderos vuelven a contar para Medio Ambiente

JUAN ESTEBAN POVEDA

Martes, 26 de junio 2007, 04:47

El viernes llegará al monte de Santa Catalina la nueva cuadrilla de prevención de incendios forestales. La componen Miguel y su rebaño de 400 ovejas. Son la principal novedad en la capital del operativo del Infoca de este verano, presentado ayer por la delegada de Medio Ambiente, Amparo Ramírez: «A las tareas preventivas hay que añadir 400 ovejas en el monte para que sigan limpiando, como ejemplo de un aprovechamiento que es medida preventiva» contra los incendios, según explicó la delegada. Lo curioso es que precisamente los agentes de Medio Ambiente habían acribillado a multas a Miguel en años anteriores porque había ovejas de su propiedad pastando en el monte público de Santa Catalina. Ahora están dispuestos incluso a pagarle. «Me han dicho que si quedan contentos me darán 3.000 euros», admite el ganadero.

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Las multas se las pusieron a Miguel hace ya «cuatro o cinco años». El motivo: «Yo antes no tenía arrendados los pastos que tengo ahora en la parte del Megatín, en Torredelcampo, y alguna vez se me escapaba una oveja por el Castillo. Entonces venía un guardia y decía que si aquello era un parque -periurbano- y me multaba», explica. Como se ha negado a abonar las sanciones este año se las han pasado por Hacienda. 800 euros.

Se comen el pasto

Las ovejas de Miguel se comerán todo el pasto y la broza seca, eliminando material combustible que propaga las llamas a la velocidad del rayo. «Me llaman todos los días, pero yo no puedo ir antes del viernes. Tengo borregos y los he estado aguantando para venderlos a mejor precio. Pero no ha subido, así que los vendo ya a 7.000 pesetas. Al mismo precio que los vendía mi padre cuando yo era pequeño. Entre eso y la caña que le han dado a los ganaderos (Medio Ambiente) el único que queda ya por aquí soy yo. Antes estábamos tres o cuatro».

Las urgencias de Medio Ambiente están justificadas, ya que en lo que va de temporada, según fuentes oficiosas, se han producido ya tres conatos de incendio en las faldas del Castillo. El monte -«pulmón de la capital» que además alberga un parador nacional, establecimientos hosteleros y el hospital del Neveral, además del castillo de Santa Catalina- ha sido especialmente castigado por el fuego en los últimos años. En el periodo una veintena de fuegos arrasaron 17 hectáreas, recientemente reforestadas. En 2003 hubo 8 fuegos en 50 días. En 2004, entre los meses de julio y agosto se registraron 4 fuegos que arrasaron 16 hectáreas, estas últimas aún sin reforestar. En 2005 se registró incendio en mayo que arrasó con 2.000 metros. En el mismo año, pero en el mes de agosto, hubo otro incendio con otros 2.000 metros quemados. Las fuertes medidas de vigilancia impidieron fuegos de entidad el año pasado.

Además de meter ovejas, se ha abierto un gran cortafuegos (visible desde la ciudad) y un nuevo camino transversal para parar las llamas y facilitar el acceso de las máquinas. En el monte está la base del Centro Operativo Provincial del Infoca con un retén fijo. Justo al lado hay ya un corralillo para las ovejas de Miguel.

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Nueva política

Organizaciones agrícolas como Asaja llevan años clamando para que la administración utilice el pastoreo y el aprovechamiento maderero de los montes como medio de prevención de incendios. Los argumentos de la organización eran claros: las sierras con pastores y madereros están más limpias, más vigiladas, tienen mejores caminos y accesos por donde meter autobombas en caso de incendio y son más respetadas por los vecinos del entorno, pues obtienen riqueza de ellas. Asaja calificó incluso de «talibanes medioambientales» a los responsables de Medio Ambiente por lo que consideraban fuertes restricciones a la ganadería en los parques naturales y montes de la provincia. Las multas a Miguel son un ejemplo.

Tras los grandes incendios de los últimos años en Jaén y Huelva, y sin que Medio Ambiente haya admitido un cambio a su política de tocar el monte cuanto menos mejor -mucho menos se han reconocido errores o ha habido dimisiones-, ahora la administración ve con buenos ojos la limpieza de los montes usando ganado en el caso de Jaén y el aprovechamiento de la madera (como queda demostrado con el impulso de la administración a un aserradero en Segura).

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