La misma bala se habría cobrado la vida del policía y del agresor de Andújar, según la principal hipótesis

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Tras llegar a la altura del bloque donde el denunciado por las llamadas de vecinos al 112 golpeaba violentamente la puerta con el martillo, el copiloto del coche patrulla se bajó del vehículo y el agresor se digirió rápidamente hacia él. El policía reaccionó desenfundado su arma y conminándole a que soltara las suyas, sin disparar en un primer momento mientras reculaba caminando hacia atrás para, posteriormente, echar mano de su porra extensible.

En ese momento, el hombre, muy corpulento, se abalanzó violentamente sobre el agente, tirándolo al suelo, momento en el que disparó. La bala traspasó el costado del agresor, atravesando su cuerpo de forma limpia, con tan mala fortuna que siguió su trayectoria e impactó en el segundo agente –el conductor– que se acercaba por la retaguardia a pie y recibió el disparo en el abdomen, según esta línea de investigación. No portaba en ese momento chaleco antibalas. Según estas fuentes la herida le hizo perder sangre rápidamente, lo que provocó que pese a llegar vivo al hospital no fuera posible reanimarle.

Su compañero, que efectuó el disparo en defensa propia, resultó herido por una puñalada en la espalda y un golpe en la cabeza de los que se recupera tras ser intervenido, fuera de peligro. Ayer fue trasladado al Hospital de Jaén.

Ese proyectil que acabó con la vida del policía sería también el responsable de la muerte del agresor, a la postre, según esta hipótesis. En los vídeos grabados por los vecinos puede observarse cómo cuando se abalanza sobre el agente su pantalón no está manchado de sangre, mientras que al levantarse comienza a estarlo cada vez más.

El hombre emprendió la huida del lugar a pie cuando otra patrulla le dio el alto. Tras hacer caso omiso y seguir su marcha, de espalda a los policías, el agente disparó hasta en dos ocasiones sobre el agresor. Según estas mismas fuentes impactaron el primero de ellos en la cartera del agresor, rebotando la bala en una moneda de euro, saliendo desviada y perforando la fachada de un establecimiento.

El segundo acertó en su pierna izquierda, escapando el proyectil limpio del cuerpo. En total recibió tres balazos. El agresor fue entonces reducido por los policías y esposado bocabajo, pereciendo según esta línea de la investigación a causa de las heridas del primer disparo, el efectuado por el primer agente en defensa propia. La autopsia apuntaría a un disparo en el abdomen a muy poca distancia como causa de la muerte.

Estas fuentes señalan que el agresor presentaba problemas mentales, episodios esquizofrénicos y manía persecutoria. Ya había estado en ocasiones anteriores en la zona amenazando al vecino al que iba a buscar.