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JOSÉ ANTONIO GARCÍA-MÁRQUEZ
VILCHES
Lunes, 25 de noviembre 2024, 15:48
El fin de semana, los pastores trashumantes que el 31 de octubre salieron de la Sierra de Albarracín para recorrer 530 kilómetros a través de la vereda de la Cañada Real Conquense en busca de los prados andaluces de Vilches, acompañados por 3.000 cabezas ... de ganado ovino de raza merina de los Montes Universales y la asistencia del borrico hatero Problemas y de varios perros pastoriles, alcanzaron la dehesa vilcheña. Lo hicieron con la alegría del rencuentro con familiares y amigos y la recompensa de hallar las praderas cubiertas de pasto, de ese verde manto esperanzador que permite el alimento natural de sus ovejas.
Hasta poco antes de entrar en término de Vilches los pastores estuvieron acompañados por alumnos de quinto de la Facultad de Veterinaria de Zaragoza que recorrieron buena parte del duro camino para vivir la experiencia de la trashumancia, apreciar la dureza de la vereda, convivir con la historia y el valor ecológico del ganado y controlar parámetros veterinarios para ver como la densidad del tránsito afecta a las ovejas. En la aventura de los más de 500 kilómetros participaron una veintena de futuros veterinarios, que se fueron relevando para hacer soportable el trayecto.
Una vez en Vilches las ovejas, distribuidas en la fincas de Plazuelas, Encamillos, Dehesa Las Yeguas, La Casería y Zambrana, van a permanecer 6 meses y medio hasta el ecuador de la primavera. Ismael Martínez, uno de los pastores trashumantes, presidente a su vez de la Mesta de la Sierra de Albarracín, aclara que los ganaderos que hacen la trashumancia a pie por la vereda de la Real Conquense son de Guadalaviar y de Frías de Albarracín: «La vereda la iniciamos con preocupación por la falta de pastos que tenía Jaén por culpa por la sequía. En los últimos días la situación climatológica ha mejorado tras sobrevenmir esa lluvia necesaria para el nacimiento de la vegetación. Con ella, el ganado el ganado no tiene que alimentarse exclusivamente de pienso, que es una ruina para nosotros».
La Cañada Real Conquense, una de las rutas más importantes de la trashumancia, se extiende a lo largo de más de 500 kilómetros desde el área occidental de los Montes Universales y las Sierras de Albarracín, Cuenca y el Alto Tajo (provincias de Teruel, Guadalajara y Cuenca), donde el ganado pasa los meses de verano, hasta la parte oriental de Sierra Morena (Jaén y Córdoba), para pasar el invierno. Ver conducir a las 3.000 ovejas es todo un espectáculo. Los pastores articulan sonidos guturales que canes y ovejas interpretan a la perfección. El burro Problemas, por su parte, encabeza la expedición –después de una década de idas y venidas se desenvuelve como un experto en la vereda- para anunciar la llegada del ganado ovino con el cabeceo rítmico y el soniquete de su collar de campanillas.
La trashumancia forma parte de un sistema de explotación ganadera que combina la utilización de los recursos naturales con la cultura local y los usos del tiempo y del territorio, en armonía con el medio ambiente, que favorece un sistema de ganadería extensiva. Los rebaños a su paso limpian los bosques al ingerir el manto vegetal o apisonar otras especies vegetales. Todo ello sirve para mantener limpio el bosque y evitar incendios.
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