La familia de Carlos Molina dona libros al IES Huarte de San Juan de Linares

Luis Carlos define a su padre como un hombre del Renacimiento en el sentido de que era muy polifacético. Catedrático de Filosofía, pianista, escritor y profesor, su pasión por las letras le llevó a ganar incluso un premio nacional de teatro. Hablaba francés con «total soltura» y, según su hijo, «probablemente tenía una de las mejores bibliotecas» en este idioma. Un hombre «especial» que utilizaba un sistema de catalogación propio para sus libros en función de la materia: filosofía, música, francés, arte, literatura.

La donación al IES Huarte de San Juan conserva a su vez tan peculiar sistema de clasificación. La idea romántica que subyace es que de alguna forma la biblioteca de Carlos Molina sirva para seguir impartiendo clases de filosofía 35 años después de su muerte, cerrando así el círculo porque qué mejor sitio que el instituto donde pasó tantos años para guardar este legado.

La idea de la donación de los libros de filosofía viene de lejos, tras el fallecimiento, «pero mi madre no quiso que se desmembrara la biblioteca. Ahora ha fallecido ella, se lo planteé a mis hermanos y al director actual del IES; han sido todo facilidades, así que me la llevé para allá». De esta manera los tratados de Aristóteles, Platón y otros tanto autores podrán ser consultados de nuevo por los descendientes de aquellas personas a las que Carlos Molina dio clase en su tiempo.