

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Las universidades contienen el aliento cada año a mediados de agosto. Justo cuando la actividad en las facultades hiberna -valga la expresión- se hace público el 'Ranking Shanghái', un estudio que clasifica a los centros más prestigiosos del planeta atendiendo al nivel de su producción científica. No evalúa directamente la calidad de la docencia, pero es determinante de cara a atraer a estudiantes, profesores e investigadores extranjeros de prestigio cuyo trabajo, a su vez, 'suma puntos' en el ranking. Es una rueda. La Universidad de Granada entró en el 'top' de las 300 mejores hace un año, y ahora ha repetido. La cumbre del Shanghái queda aún lejos, pero el reto ahora no es seguir la escalada, sino mantener la altura.
Algo difícil. El Academic Ranking of World Universities (nombre real del Shanghái) se empezó a publicar en 2003, con la UGR entre los puestos 400 y 500, y se ha consolidado entre otras clasificaciones similares porque la comunidad universitaria internacional ha aceptado como estándares las variables que mide: son objetivas y no cambian de año en año. Además, el resto de clasificaciones suelen corroborar los resultados del Shanghái. Por todo ello, funciona como una especie de pasaporte. Cuando una universidad llama a las puertas de otra para proponer convenios de colaboración científica, intercambios de personal o alumnos, por ejemplo, la receptora de la oferta suele echar un ojo al ranking antes de valorar la propuesta. Estar arriba en la clasificación es sinónimo de prestigio. Y prestigio lo es de facilidad a la hora de entablar relaciones internacionales.
Las 30 mejores
1 Harvard University
2 Stanford University
3 University of Cambridge
4 Massachusetts Institute of Technology (MIT)
5 University of California, Berkeley
6 Princeton University
7 University of Oxford
8 Columbia University
9 California Institute of Technology
10 University of Chicago
11 Yale University
12 University of California, Los Angeles
13 University of Washington
14 Cornell University
15 University of California, San Diego
16 University College London
17 University of Pennsylvania
18 Johns Hopkins University
19 Swiss Federal Institute of Technology Zurich
20 Washington University in St Louis
21 University of California, San Francisco
22 Northwestern University
23 University of Toronto
24 The University of Tokyo
24 University of Michigan-Ann Arbor
26 Duke University
27 Imperial College London
28 University of Wisconsin - Madison
29 New York University
30 University of Copenhagen
Las mejores de España
Puesto Universidad
201-300 Pompeu Fabra
201-300 Barcelona
201-300Granada
301-400 Autónoma de Barcelona
301-400 Autónoma de Madrid
301-400 Complutense de Madrid
301-400 Santiago de Compostela
401-500 Politécnica de Valencia
401-500 Jaume I
401-500 País Vasco
401-500 Valencia
400-500 Entre 2003 y 2008, la UGR se situó en este tramo
300-400 El escalón en el que se colocó antes del 'salto' en 2016
De ahí, en parte, que los primeros puestos estén siempre copados por las mismas universidades. Harvard (EEUU) no se ha movido nunca de la cabeza; Cambridge (RU), Stanford y Massachusetts (EEUU) se han sorteado el segundo y tercer lugar desde la primera publicación del ranking. Entre las 50 mejores universidades del mundo, una treintena son estadounidenses y el resto de la tarta se reparte entre sólo diez países. España no está entre ellos.
Meter cabeza en el 'lobby' de las más célebres es, hoy por hoy, imposible para los centros de nuestro país. Basta una comparativa en datos para entenderlo. La de California en Berkeley, en cuarta posición, es la primera universidad pública que aparece en el ranking. Fue fundada tres siglos después que la UGR. Pese a que la estadounidense tiene casi 40.000 estudiantes menos que la española, su financiación es seis veces mayor. La relación de presupuesto por alumno en la UGR supera los 5.000 euros, mientras que en Berkeley roza los 80.000. Este análisis es ingenuo y no tiene en cuenta las numerosas diferencias entre una y otra institución, pero basta para resumir las desventajas de Granada en esta hipotética confrontación. Un último dato: el presupuesto anual de Berkeley, unos 2.598 millones de euros, es lo mismo que dedica el Estado español a todo el sistema educativo en los presupuestos generales de este año.
Las limitaciones económicas son un obstáculo evidente de cara a atraer contratos de renombre y desarrollar investigaciones punteras. Una cuarta parte de la puntuación en el ranking de Shanghái corresponde al número de alumnos que hayan conseguido premios Nobel o Fields Medals (conocidos como 'los Nobel de las Matemáticas'). Aquí, el 'marcador' de Granada se queda a cero. La UGR sí saca pecho en cuanto a número de investigadores altamente reseñados en artículos científicos, con Salvador García, Francisco Herrera y Enrique Herrera-Viedma entre los 1.000 más citados. Los tres pertenecen al departamento de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial.
Este grupo, con base en la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Informática y de las Telecomunicaciones ha ejercido como 'locomotora' de un tren que cada vez cuenta con más vagones. «En los últimos años pusimos más énfasis en intentar publicar en revistas muy buenas trabajos que tuviesen mucho impacto», explica Herrera-Viedma, vicerrector de Investigación y Transferencia. «Con dinero se puede hacer muchas cosas, pero yo no creo en eso, creo en crear una base científica grande», añade el vicerrector. En la UGR hay una apuesta decidida por el ranking que tratan de inocular departamento a departamento: trabajar artículos de gran impacto publicables en las revistas científicas más relevantes.
Aparecer en la prestigiosa 'Nature&Science', por ejemplo, es otro punto a favor en el ranking. La UGR no puede sacar pecho en este sentido: con 6.2 puntos, queda por debajo de la Pompeu Fabra (21), la Autónoma de Barcelona (13.2), la Complutense de Madrid (9.8) o la Politécnica de Valencia (7.5).
Entonces, ¿qué variables sostienen la presencia de Granada en el 'top 300'? Además del número de investigadores altamente citados, la cantidad de artículos científicos elaborados, que supone un 20% del total de la puntuación.
Con la ley sobre la mesa, ¿cabe alguna trampa para engordar las cifras? Se podría pensar que los investigadores universitarios elaboran gran cantidad de artículos científicos 'sencillos' -recopilaciones de información, por ejemplo- en los que hacen referencia a otros investigadores de la misma universidad para acrecentar la cuantía de publicaciones y citas. Pero, según argumentan desde la UGR, los requisitos para publicar en las revistas son sólidos y penalizan este tipo de intenciones que, además, no supondrían grandes variaciones dentro del ranking.
Aproximarse al pico del Shanghái, o al menos a sus últimos tramos, es garantía de reconocimiento en la esfera científica. Pero hay voces dentro de la UGR que advierten de que el empeño por atender a la producción científica, lo que puntúa en el ranking, puede ir en detrimento de la labor docente. Al fin y al cabo, los estudiantes, especialmente de grados -el grueso de la población universitaria- eligen universidad no por su excelencia investigadora, sino por la variedad y calidad de la enseñanza.
El conflicto entre investigación y docencia no es un asunto local. Desde hace años es un tema de debate en grupos como la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (Crue) o las Coordinadora de Representantes de Estudiantes de las Universidades Públicas (Creup). El desequilibrio reside en que la Aneca, organismo encargado de habilitar a los profesores universitarios, no cuenta con ningún sistema de evaluación de su calidad docente. Pero sí controla su actividad investigadora.
Tampoco hay clasificaciones aceptadas por la comunidad internacional, similares a la Shanghái, que puntúen a las universidades en función del valor de su enseñanza. No obstante, Enrique Herrera-Viedma establece una correlación entre éxito investigador y buen nivel docente. «No queremos que los profesores dejen de dar clase: hay que dar clase para transferir el conocimiento nuevo, la ilusión por aprender», agrega. El nuevo curso llega con un objetivo claro: asentar la posición. No es momento de seguir escalando, sino de aclimatarse a la altura.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Detenida la influencer Marta Hermoso por un robo millonario en un hotel de Madrid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.