«Otra meta conseguida». Lo resumía así Marta Picazo, que este lunes se ha graduado en la Universidad de Granada (UGR), en el paraninfo de la Facultad de Derecho, que se llenó igual que lo hace los días en que acoge a conferenciantes reconocidos a ... nivel internacional. Un total de diecisiete jóvenes fueron los protagonistas del acto de graduación del II Diploma de Formación en Inclusión Social y Laboral de Jóvenes con Discapacidad Intelectual de la institución universitaria granadina, que con sus capacidades diferentes han sido unos alumnos que ha derribado barreras en su día a día al ser «unos universitarios más».
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Gema Callejón, antes de recoger su diploma, explicaba que ha conseguido trabajo «en una lavandería en Las Gabias». Esta joven que vive en Belicena espera poder seguir en el mercado laboral mucho tiempo. Durante el curso ha conocido a nuevos amigos, ha sido una experiencia muy «bonita y he encontrado trabajo», insiste.
Gema Callejón
Entre felicitaciones y nervios por saber dónde se sientan, José Manuel Aguirre, que ha descubierto que una de sus asignaturas favoritas es Derecho del Trabajo, asegura que ha aprendido «muchos contenidos». Espera poder dedicarse algún día al tema audiovisual, a la «parte técnica». Está muy orgulloso –lo dice con una gran sonrisa– de haber sido «un universitario más». Cuando se le pregunta de si se ha sentido alguna vez discriminado no duda en decir que en el instituto sí, pero eso «ya es agua pasada». Este lunes era un día feliz y de logros.
Fabiola Ramos estaba igual de contenta. Ella quiere ser dependienta de una tienda, le gusta mucho la moda, según relata. A ella la informática ha sido lo que más le ha gustado y dice que no se ha sentido discriminada en su día a día en la sociedad en sus años de vida. Víctor Manuel Ureña se apuntó para hacer este diploma porque un conocido de su padre se lo dijo. «Me he sentido un alumno más de la Universidad de Granada», dice con todas las letras. A él le gustaría firmar un contrato como mozo de almacén porque la empresa donde ha hecho las prácticas señala que «además hace una colaboración que me gusta mucho con los niños con cáncer». Y, eso a él le ha interesado.
Sandra Vílchez Medina y Óscar Rubén Martín Fernández hablaron en nombre de todos los graduados. Sandra destacó que había aprendido a ser más independiente y confiar más en ella misma. «Y también a que mis padres lo hagan», en relación a esa independencia. Óscar Rubén no dudó en decir que su paso por la universidad «ha supuesto una mejora en mi vida en general». Sandra pidió una mayor inclusión para «todos y todas». Óscar Rubén dio las gracias a los profesores porque «nos han enseñado a perder los miedos y ser más autónomos».
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José Manuel Aguirre
Sandra, Óscar, Fabiola, Marta, Gema, José Manuel y Víctor Manuel relataron que están muy felices y orgullosos (ellos y sus familias) de haberse graduado tras un año de estudios. Ellos representan la palabra inclusión al igual que las de diversidad y capacidades. «Señores de la academia, han distinguido a un actor con discapacidad, no saben lo que han hecho. Ahora solo se me ocurren tres palabras: inclusión, diversidad y visibilidad». Fueron las palabras de Jesús Vidal, el actor revelación de la película Campeones, al recoger su Goya. Su discurso se hizo viral. Las impresiones de estos diecisiete jóvenes no se harán virales, pero sí se escucharon este lunes en un foro universitario demostrando que la inclusión debe ser en todos los ámbitos y todo el año.
Esperanza Alcaín, directora del II Diploma de Formación en Inclusión Social y Laboral de Jóvenes con Discapacidad Intelectual, destacó que la «inclusión sí es precisa».
Cinco de los graduados han encontrado trabajo. El reto continua para que sean los diecisiete los que tengan un puesto laboral. Que sean lo que quieran y que puedan seguir estudiando. Iván, otro de los graduados, quiere ser profesor de Educación Física. Olvido de la Rosa Baena, diputada Provincial de Bienestar Social de la Diputación, puso el ejemplo de Pablo Pineda, primer europeo con síndrome de Down en conseguir un título universitario.
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La rectora de la Universidad granadina, Pilar Aranda, se preguntó para qué existe la Universidad, y relató que para formar a los profesionales del futuro, líderes, trabajadores que transformen la sociedad y también personas que hagan un mundo mejor, más inclusivo y solidario. Todas estas respuestas serían válidas, pero la «más real» sería la de una sociedad más «inclusiva». Defendió que «la diversidad de una sociedad nos enriquece». Como buena docente, Aranda puso deberes a los jóvenes graduados porque «el camino sigue y debéis seguir luchando». La Universidad debe servir para «transformar la sociedad a mejor».
Sandra Vílchez
Fue el primer acto académico de Aranda tras ser nombrada como rectora, en su segundo mandato, en el BOJA oficialmente el pasado viernes. Isabel Martínez Lozano, comisionada de Universidades de la Fundación ONCE, reclamó que la Universidad sea motor de cambio social. Mercedes María López Romero, directora general de Personas con Discapacidad e Inclusión de la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía, recordó que ella con discapacidad visual, los maestros les dijeron en el colegio a sus padres que «tu hija no vale para estudiar y sí valía». «Somos iguales ante la ley», reivindicó.
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Francisca Expósito, decana de la Facultad de Psicología, habló en nombre de los responsables de los diferentes centros universitarios que han participado en este diploma. «Es un momento único en la UGR en este tema», subrayó, al tiempo que recordaba que ha habido «inclusión real». El vicedecano de Ordenación Académica de la Facultad de Derecho, Alejandro Martínez, felicitó a los estudiantes y a sus familiares.
Los diecisiete jóvenes recogieron el diploma de manos de la rectora. Todos con una gran sonrisa y posando ante las cámaras de los fotógrafos de prensa y de los familiares. Han sido meses de idas y venidas por las diferentes facultades, los comedores universitarios, y de un periodo de prácticas en diferentes empresas, a las que este lunes también se les reconoció su colaboración. El diploma se ha realizado dentro del Programa Operativo de Empleo Juvenil 2014-2020, cofinanciado por Fundación ONCE, y el Fondo Social Europeo en la convocatoria para el desarrollo de programas universitarios de formación para el empleo dirigido a jóvenes universitarios con discapacidad intelectual inscritos al sistema de garantía juvenil.
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Óscar Rubén Martín
Este diploma es un título propio de la Escuela Internacional de Posgrado con dedicación académica total de 30 créditos ETCS y una lección de integración, visibilidad y diversidad real en la que hay mucho que trabajar. Han participado estos 17 jóvenes con discapacidad intelectual que, tras la superación de la parte teórica, han realizado el periodo del prácticum en distintas empresas y entidades de la provincia de Granada. Estos 'campeones' no han tenido cámaras siguiéndoles, pero han escrito un capítulo de inclusión en el ámbito académico y laboral del que hacen falta que sea muchos más hasta que se llegue a la total normalidad. «Inclusión, inclusión e inclusión», como decía algún familiar presente en el paraninfo de Derecho.
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