Probamos la Aprilia Tuono 660 2021: Potencia y ligereza

Chasis y basculante son de aluminio fundido, con suspensiones regulables Kayaba. El manillar alto y las cotas del chasis diferencian a la Tuono 660 de la RS, favoreciendo el control y la manejabilidad, gracias al diferente ángulo de lanzamiento de la horquilla. El motor se utiliza como elemento autoportante del chasis y contribuye a una estructura más compacta, ligera y rígida. La Tuono equipa un motor bicilíndrico calado a 270° que permite obtener el carácter y sonido similar a un motor en V. El desarrollo final es más corto que en la RS 660, favoreciendo la respuesta y la aceleración.

El equipo electrónico es de primera clase, con acelerador electrónico Ride-by-Wire, que permite la mejor gestión del paquete de controles electrónicos del APRC, incluyendo el control de tracción, el control anti-wheelie, el control de crucero, el freno motor y los mapas de motor seleccionables, además del sistema de ABS. Para gestionar fácilmente todos los controles electrónicos a través de la instrumentación TFT en color, Aprilia ha desarrollado cinco modos de conducción (tres específicos para carretera y dos para circuito).

Y además, siguiendo la tradición de la firma italiana, es preciosa, merece la pena disfrutar de sus detalles también en parado aunque lo que está pidiendo es salir a hacer curvas, cuantas más, mejor. En marcha confirma la buena impresión inicial. La ergonomía está bien estudiada y se hace cómoda desde el primer momento, aunque si mides más de 1,80 tendrás la misma sensación de los pilotos de Moto3, que te falta espacio para retrasar el culo. El sonido del escape, con dos salidas por debajo del motor, es ronco sin llegar a molestar y todos los mandos son de calidad y con buen tacto, aunque el cambio, tal vez falto de rodaje, es duro de accionar.

En el recorrido de prueba, algo de ciudad, autopista y carretera de curvas, me pareció que la Tuono tenía un doble carácter bien diferenciado, aceptables bajos y medios para un uso en ciudad cómodo y sin sobresaltos y que a partir de las 6.000 rpm. cambia de sonido y personalidad. Ahora es una deportiva de manillar alto, que estira sorprendentemente para ser una bicilíndrica. 95 CV dan para mucho y en una moto tan ligera rinden a gran nivel. La moto es muy manejable y responde inmediatamente a cualquier orden de brazos y piernas. Los frenos, doble disco delantero de 320 mm y pinzas Brembo radiales de cuatro pistónes, cumplen sobradamente, con un ABS desconectable que interfiere muy poco, permitiendo buenas apuradas, con gran tacto y control.

En resumen, una moto que destaca por su agresiva y deportiva estética pero que es capaz de acomodar a su piloto sin que sufran cuello y muñecas, versátil y polivalente para el día a día y lista para entrar a circuito los fines de semana, una moto para disfrutar.