Rolls-Royce La Rose Noire, lujo en su máximo apogeo

La Rose Noire Droptail es el nombre oficial de la última creación de los ingenieros de Goodwood, que releva al Rolls-Royce Boat Tail en lo que a exclusividad se refiere. Este último fue desvelado en el Concurso de Elegancia Villa d'Este. Partiendo de esa base, se construyeron únicamente tres unidades, dos de las cuales fueron a parar a las manos de Jay-Z y Beyonce, por un precio rumoreado de 28 millones de dólares.

Como el Boat Tail, el Droptail es un diseño de carrocería que no tiene nada que ver con el resto de ofertas en la gama de la inglesa. Según la compañía, se producirán cuatro versiones totalmente individualizadas, una de las cuales es este acabado carmesí bautizado como La Rose Noire.

La inspiración del color proviene de la variedad de rosa Baccará, que es prácticamente negra. Según la marca, llegar a ese tono concreto requiere de un proceso de 150 pasos. Además, las 1.603 piezas de madera del interior han sido acabadas a mano.

El techo rígido es retirable, por lo que puede convertirse en un descapotable o en un coupé. Este presenta un cristal electrocromático que pasa de opaco a prácticamente transparente con el toque de un botón.

Por si fuera poco, el cliente que solicitó este modelo no tuvo suficiente con tener un Rolls-Royce creado bajo todas sus especificaciones, sino que además hizo lo mismo con una de las marcas que pertenecen a la 'Santísima trinidad de la relojería suiza': Audemars Piguet.

El reloj interno de la consola de La Rose Noire es un AP Royal Oak único –su nombre concreto es Royal Oak Concept Split-Seconds Chronograph GMT Large Date– que se puede retirar para llevarlo en la muñeca y además va a juego con la pintura del Rolls.

A pesar de tener solo dos puertas, el coche no está basado en el próximo modelo eléctrico del fabricante, sino que usa una de las joyas a su disposición: el motor V12 biturbo de 6.75 litros, que entrega 593 caballos, 30 más que el Phantom.

«La Rose Noire Droptail es una historia de amor, capturada con esmero y proyectada en el lienzo de un Rolls-Royce. Es la expresión de la profunda unión entre un marido y una mujer que encabezan una prominente familia intencional. Ser parte de su historia es un privilegio». Si estas son las palabras que te dedica el consejero delegado de Rolls-Royce, Torsten Müller-Ötvös, solo cabe preguntarse: ¿quién habrá encargado el coche?