efe
Lunes, 8 de febrero 2016, 14:20
Dos de los tres heridos ayer en el Carnaval del Toro de Ciudad Rodrigo (Salamanca) mejoran de las cornadas recibidas en el encierro campero celebrado por la mañana, mientras que aún subsiste la gravedad del mozo empitonado en la plaza durante la posterior capea.
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A pesar de las dos cornadas recibidas -en el muslo derecho con tres trayectorias y en el gemelo de la pierna izquierda con dos derivaciones- J.J.B.H, de 78 años, se recupera en una habitación del Hospital Clínico de Salamanca, adonde fue trasladado ayer después de ser intervenido, junto a los otros dos heridos, en la enfermería de la plaza de toros de Ciudad Rodrigo.
En la UVI de ese centro hospitalario se encuentra todavía el hijo del anterior, J.M.B.G., de 51 años, pendiente de un inminente traslado a planta si persiste la mejoría experimentada en las últimas horas, ha explicado hoy a Efe el doctor Enrique Crespo, cirujano-jefe de la enfermería del coso.
J.M.B.G. fue operado de una cornada de gran extensión localizada en el muslo de derecho, con veinte centímetros de profundidad en su entrada y tres trayectorias de 30, 20 y 15 centímetros, que interesaron el fémur, la tibia, la articulación de la rodilla e incluso el recto.
Padre e hijo fueron corneados por sendas reses de la ganadería sevillana de Aguadulce en una zona acotada, expresamente prohibida para los corredores y espectadores, y después de ser advertidos reiteradamente por la Guardia Civil, dentro del tramo campero del encierro a caballo que ayer por la mañana congregó a miles de personas por las calles de Ciudad Rodrigo.
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Dos de las reses avistaron a los dos hombres, encaramados en una de malla de protección, a escasos metros del recorrido vallado, los cornearon, rompieron la cerca y se escaparon por una zona donde se encontraban cientos de personas a la espera de ver el paso de las reses y caballistas.
En la capea posterior, dentro del coso levantado en la Plaza Mayor de Ciudad Rodrigo, fue empitonado el mozo Santiago S.Z., de 24 años y natural de Doñinos (Salamanca), por una de las reses protagonistas del encierro.
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Fue operado en el muslo derecho de una cornada de unos veinticinco centímetros que llegó hasta la ingle, y permaneció unos cincuenta minutos sin riego sanguíneo en la pierna debido a una obstrucción localizada en la vena femoral.
Por esta causa, "existe un riesgo altísimo de complicaciones", ha explicado el doctor Enrique Crespo sobre la herida de este mozo, que permanece en la UVI del Hospital Clínico de Salamanca, donde le ha sido practicado un by-pass para facilitar la circulación de la sangre en la zona afectada.
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La plaza de toros de Ciudad Rodrigo cuanta con una enfermería y quirófano instalados en las dependencias del Ayuntamiento.
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