Las huestes del PSOE se recuperan a baja temperatura del calentón del sábado de la semana pasada. El asturiano Javier Fernández, presidente de la gestora, ha dado sus primeros pasos con sosiego y sensatez. Ha dicho con acierto que abstenerse en la investidura no significa apoyo. Pedro Sánchez secuestró en su partido muchas cosas y utilizó un lenguaje y unas interpretaciones escapistas basadas en el «no es no». Hace falta que los socialistas hagan pedagogía, un discurso creíble y ofrezcan una posición ideológica necesaria y práctica para España, incluida Cataluña y el País Vasco, y no una mera quimera.

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