La economía y la corrupción

Que el paro siga siendo la primera preocupación de los españoles no sorprende, mientras la economía no acabe de mejorar lo suficiente para crear más empleo y haya más fondos para inversiones y no sólo en pagar pensiones, sanidad o educación

Eduardo Peralta

Domingo, 9 de abril 2017, 12:31

La frase «es la economía, estúpido», atribuida en su origen a la campaña de Bill Clinton que le llevó a la presidencia de Estados Unidos contra Bush (padre), me da fácil pie para comentar que el proyecto de Presupuestos Generales que esta semana llevó el ministro Cristóbal Montoro al Congreso de Diputados ha gustado poco o casi nada, ni siquiera entre las huestes del PP. Ha habido dirigentes regionales, como los valencianos, a quienes se les ha escuchado su disgusto, mientras otros evaden responsabilidades o permanecen en silencio, como el recién renovado presidente popular andaluz. Eso sí, Moreno Bonilla ha demostrado músculo y poderío al quitarse de encima a dos presidentes que no son de su cuerda, Córdoba y Jaén, por aquello de la incompatibilidad de cara a la próxima celebración de los congresos provinciales. El hecho no es nimio porque en esa clave interna se expresan las lealtades, miserias y ataduras que tiene cada uno.

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