José Martínez Olmos, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública Fermín rodríguez

«250 casos por cada 100.000 habitantes es una situación de alerta roja y no es suficiente el confinamiento perimetral»

Martínez Olmos, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, señala que es necesario establecer unos umbrales para saber cómo actuar en cada momento

Elena Quirantes

Martes, 20 de octubre 2020, 14:51

El aumento de casos de coronavirus preocupa tanto al Ministerio de Sanidad como a las comunidades autónomas, que están implantando diferentes medidas para intentar frenar los contagios. Este jueves se reunirá el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud para actualizar el Plan de Respuesta Temprana ... frente a la COVID-19. El plan pretende establecer criterios para medir el riesgo de cada territorio, así como homogeneizar las medidas contra la pandemia en toda España.

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José Martínez Olmos, médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y ex Secretario General de Sanidad, ya sugirió la necesidad de implantar estos umbrales comunes durante su participación en el Comité Asesor Externo que creó la Junta de Andalucía en verano. «Yo comenté en el comité de expertos que debería haber unos umbrales para saber lo que hay que hacer en cada momento. Una especie de semáforo para que en cada situación se haga una cosa», explica.

Este médico considera que es necesario tener definidos estos límites tanto a nivel autonómico como nacional, ya que dan seguridad sobre lo que hay que hacer y evitan que los ciudadanos piensen que las decisiones son arbitrarias o incoherentes, al estar fundamentadas en una base científica.

Criterios como el nivel de incidencia acumulada, la tasa de positividad o la ocupación de camas en los hospitales por pacientes COVID, entre otros, medirán el riesgo en cada territorio. Este experto señala que, desde un punto de vista técnico, una incidencia acumulada de más de 250 casos por cada 100.000 habitantes y una tasa de positividad de más del 10% supone estar en situación «de alerta roja». «Para una situación de control de la epidemia puede haber unos 50 casos, máximo 100, que ya es mucho», añade.

Si la transmisión es alta, según Martínez Olmos se deben imponer «restricciones severas para controlar la pandemia». A este respecto señala que las medidas a tomar deben depender de las circunstancias epidemiológicas de cada territorio. «En lugares con una alta transmisión del virus, como Granada, Madrid o Navarra, el confinamiento perimetral es insuficiente si no se acompaña de otras medidas. En determinados niveles de contagio por encima de los 250 casos tienes que restringir la movilidad», indica. El médico explica que, si la incidencia es alta, el confinamiento perimetral es insuficiente porque disminuye el contagio de dentro hacia afuera, pero no en el interior del territorio confinado.

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Además de disminuir la movilidad, Martínez Olmos también considera que es necesario potenciar los rastreos: «Hay que reforzar los sistemas de vigilacia y rastreo, reforzar las plantillas de atención primaria y hacer uso de los recursos de las oficinas de farmacia».

La adecuada detección de casos es importante porque, tal y como recuerda este experto, «hay un porcentaje importante de asintomáticos o personas con síntomas leves que pueden contagiar». «Lo que tenemos que hacer es detectar casos y aislarlos. Si no los detectamos, los asintomáticos siguen con su actividad familiar y laboral y contagian». Asimismo, señala que es importante que «se haga un esfuerzo de información y concienciación de la ciudadanía, pedir su colaboración e intentar que la cobertura de la vacuna de la gripe sea la máxima posible».

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Todo ello con el objetivo de evitar que aumente la presión asistencial. Según Martínez Olmos, España está en una nueva ola epidémica. Esto se debe, en parte, a que «a lo largo del verano la mayoría de las comunidades no han conseguido reforzar los sistemas de vigilancia, rastreo y atención primaria para evitar los brotes», indica. Este médico explica que durante los próximos meses aumentarán las afecciones respiratorias. Esto, unido a los casos de COVID-19, aumentará la presión asistencial: «Por eso es importante establecer medidas restrictivas en función de la incidencia. Para no llenar los hospitales con pacientes con COVID y evitar también fallecimientos».

En cuanto a la posible llegada de la vacuna, Martínez Olmos señala que «no es descabellado que llegue a final de año, pero no pensemos que esto es lo que va a pasar». Este experto explica que habrá que esperar a la autorización de las agencias correspondientes pero que, una vez que una vacuna obtenga este visto bueno, será segura.

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